Actualmente en Venezuela la producción de miel se ubica en 700 toneladas anuales, lo que representa un déficit si se considera que la demanda al año es de 1.600 toneladas.
La poca productividad nacional motivó a un grupo de apicultores a gestionar ayuda en aras de promover la inversión y el trabajo para cubrir la exigencia del consumidor. La idea es lograr que esta se eleve en 16%, con las 4.400 colmenas que tienen activas a escala nacional.
Rafael Noria, presidente de la Federación Bolivariana de Apicultores de Venezuela y de la Fundación por el Desarrollo Apícola (Fondapi), señaló que decidieron capacitar a los técnicos del Fondo para el Desarrollo Agrario Socialista (Fondas), a fin de que manejen mejores técnicas para la producción de la miel.
Noria detalló que con la aprobación de un crédito de 20 millones de bolívares otorgado por Fondas para 80 apicultores, buscan formar en materia apícola a los técnicos que serán los encargados de supervisar el buen uso del préstamo. “Es un sistema de producción muy particular sobre el cual hay poco conocimiento y ningún funcionario dentro de los entes públicos maneja bien las técnicas”.
Puntualizó que en los últimos 12 años se ha invertido una gran cantidad de dinero y no se ha obtenido nada.
Por ello en la finca La Aurora, ubicada en el municipio Freites, a 80 kilómetros de San Tomé, donde hay cerca de 1.200 colmenas, se impartió el curso a 16 técnicos de las zonas centro-oriental provenientes de Monagas, Guárico, Carabobo, Barinas, Zulia y Anzoátegui.
Douglas Hernández, enlace pecuario de Fondas Monagas, calificó como “muy productiva” la actividad, en la que recibieron herramientas e información para mejorar su oficio. “Ahora los apicultores y las asociaciones seleccionarán a los beneficiarios, y previo acuerdo con los técnicos, nos encargaremos de velar por una mejor producción”.
Nehomar Montaño, técnico de campo Fondas Anzoátegui-sur, aseveró que es la primera vez que en la entidad se dan créditos para apicultores, debido a que Fondas no tomaba en cuenta este rubro. “Lo que se quiere es armar un equipo apicultores, técnicos y gobierno para producir miel y polen”.
El apicultor Miguel Zamora destacó que la idea de “este trabajo es que tengamos un centro de acopio, porque como productores vendemos la miel a granel en Bs 35 y los distribuidores en Bs 120”.
Con el centro de acopio se incentivaría la apicultura y así la miel llegaría a las asociaciones y con ello se evitarían las importaciones.
Sin las abejas no hay proliferación de los cultivos, porque son las productoras. En el sur de Anzoátegui, la flor de mastranto es la ideal para esta actividad agrícola.
Fuente: eltiempo.com.ve