El 20 de diciembre de 2013, en el 68º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), fue proclamado el 03 de marzo como el Día Mundial de la Vida Silvestre de las Naciones Unidas.
Este día es importante por tratarse de la fecha en que se firmó la Convención Internacional sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) en 1973.
En la resolución de la AGNU se designó a la Secretaría de la CITES como facilitadora de la celebración de este evento anual mundial dedicado a la vida silvestre.

Todas las personan dependen de la vida silvestre y de sus recursos derivados para cubrir necesidades como alimento, combustible, medicinas, vivienda y ropa. Para disfrutar de los beneficios y la belleza que la naturaleza aporta a nuestro planeta, se debe procurar que los ecosistemas puedan desarrollarse y así la fauna y la flora puedan seguir existiendo para generaciones futuras.
En el Día Mundial de la Vida Silvestre 2025, la ONU invita a la población a trabajar para financiar, de manera eficaz y sostenible, la conservación de la vida silvestre, así como la construcción de un futuro resiliente.
Los animales y las plantas silvestres, son esenciales a la red de la vida en la Tierra. Sostienen los ecosistemas, regulan los procesos naturales y apoyan la biodiversidad, contribuyendo a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Por ejemplo, los bosques, por sí solos, albergan 60.000 especies de árboles, 80% de las especies de anfibios y el 75% de las especies de aves, además de proporcionar a más de 1.600 millones de personas capital natural en forma de alimentos, medicinas e ingresos.
Con más de un millón de especies en peligro de extinción, la financiación para la conservación de la vida salvaje es más urgente que nunca. Más de la mitad del PIB mundial depende de la naturaleza, lo que convierte la pérdida de biodiversidad en una importante amenaza para la estabilidad económica.
Por ejemplo, la pesca aporta más del 10% del PIB en algunos países, pero más de un tercio de las poblaciones de peces marinos son objeto de sobrepesca, lo que ocasiona desempleo, trastornos económicos y prácticas ilegales de captura.

Aunque todos los años se invierten 143.000 millones de dólares en la conservación de la biodiversidad, esta cifra está muy por debajo de los 824.000 millones de dólares que los ambientalistas han calculado que necesitan cada año.
El Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal ha mejorado sus esfuerzos para detener y revertir la pérdida de biodiversidad, con el objetivo de movilizar unos 200.000 millones de dólares anuales para la biodiversidad y la eliminación o reforma de los subsidios perjudiciales para 2030.
Existe un creciente interés por enfoques financieros innovadores, como los canjes de deuda por naturaleza y los bonos para la conservación de la vida silvestre, que convierten a las deudas nacionales en fondos para la conservación, atrayendo la inversión privada.

El Día Mundial de la Vida Silvestre 2025 es la plataforma ideal para explorar soluciones financieras, demostrar los retos a los que se enfrentan la sociedad civil y evaluar los enfoques de colaboración necesarios para garantizar una financiación sostenible para la biodiversidad.
Fuente: CITES