Esta semana los veterinarios de la Clínica Lardy escriben sobre algo de lo que todos hemos oído hablar: animales que detectan enfermedades en personas. ¿Es un mito o una realidad?
“Muchos hemos oído historias relacionadas con esa especie de sexto sentido que se atribuye a las mascotas. Amigos, clientes o programas de televisión nos han trasladado anécdotas de perros que empiezan a aullar antes del inicio de un terremoto o perros que se quedan ladrando o mirando a un punto fijo en una habitación vacía.
Incluso se dice que pueden pronosticar la muerte de las personas, ejemplo de esto es un gato de una residencia de ancianos de Estados Unidos que se hace un ovillo junto a los pacientes pocas horas antes de que fallezca.
Hay ejemplos históricos como Jock el gato de Wiston Churchill, cuentan que el animal no se separó de la cama de su dueño en las últimas semanas de vida de este, con una excepción: el día que los doctores apreciaron una mejoría en su estado, Jock curiosamente abandonó la cama. Churchill murió horas después.
Pero, ¿qué dice la ciencia sobre esto? Algunas de las facultades de los animales son aún inexplicables, pero no han pasado inadvertidas para los científicos, que han visto en esta capacidad una posibilidad de mejorar el diagnóstico de enfermedades como el cáncer. Y es que existen casos de perros que han mostrado comportamientos extraños ante dueños que posteriormente han visto confirmada una patología grave.
El primer caso registrado fue el de Tilly, un perro dálmata que detectó un melanoma a su dueña. Durante meses el animal insistía en oler un lunar pequeño que la señora tenía en su pierna. El tumor fue confirmado y extirpado. Este caso fue descrito en el año 1989 por la revista The Lancet. Más tarde, en 2001, el protagonista fue un perro de raza labrador que “avisó” a su amo sobre sus eccemas, que resultaron ser un cáncer de piel. A partir de ese momento aparecieron más casos que posteriormente fueron confirmados por médicos.
Esta serie de casos ha suscitado tal curiosidad que se han realizado diversos estudios. Según un estudio de la universidad japonesa de Kyushu realizado en 2010, perros entrenados son capaces de detectar, mediante su olfato, el cáncer colorrectal a través de las heces y el aliento del paciente.
La teoría del estudio japonés parece respaldada por otras investigaciones que señalan que los perros pueden olfatear cáncer de vejiga, próstata, piel, pulmón, mama y ovarios. En este último caso incluso se descubrió que el olor especifico del cáncer también se podía encontrar en la sangre de los pacientes afectados, y los perros utilizados en dicho estudio fueron capaces de detectarlo.
Aunque existen especialistas que han mostrado su escepticismo con respecto a la fiabilidad de estos resultados, está claro que sus conclusiones abren un abanico interesante de posibilidades para la detección precoz del cáncer.”
Fuente: blogs.diariovasco.com