Todos los eslabones de la cadena agroalimentaria del sector cárnico y la administración coinciden en que la inversión en sanidad animal puede ser la llave que abra nuevos mercados estratégicos para los productos españoles.
El esfuerzo del sector por mantener a raya el cumplimiento de todas las normativas de seguridad alimentaria se traduce en cifras: el cárnico fue el sector que más exportó en el primer semestre del año, hasta 793.064 toneladas, un 16 % más que un año antes.
La Unión Europea (UE) recibe todavía el 80 % del valor del total de las exportaciones españolas de carne, pero Rusia y China se confirman como los países terceros que más productos cárnicos compran a España.
El director general de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Valentín Almansa ha asegurado a Efeagro que si España quiere estar en los mercados internacionales debe «tener una buena situación sanitaria», una realidad que «los ganaderos ya han asumido».
Pese a los logros, ha añadido, «no debemos relajarnos», porque una crisis sanitaria puede cerrar el comercio exterior, una de las pocas vías de crecimiento que ahora tiene la economía española.
Vacuno
Desde el sector vacuno, el gerente de la Asociación Española de Productores de Vacuno de Carne (Asoprovac), Javier López, ve la exportación como una salida «absolutamente necesaria» y, en su caso, se centra en el transporte de animales vivos hacia el norte de África, el arco comprendido entre Marruecos y Turquía.
El año pasado salieron vivos a terceros países en torno a 20.000 cabezas de vacuno y este año se acercarán a las 100.000, es decir, cinco veces más, y en el primer semestre del año se exportaron 57.230 toneladas de esta carne.
«Son barcos perfectamente equipados para traslados de unos seis días, y es que no podemos permitirnos el lujo de un mal transporte porque una pata rota o una herida puede ser un problema», ha aclarado.
El porcino es el segmento cárnico más potente en los mercados exteriores, con 537.772 toneladas vendidas ya en la primera mitad del año, que, según las previsiones de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), terminará con 1,4 millones de toneladas exportadas, de las que un millón van a parar a la UE y el resto a terceros países, con China y Rusia a la cabeza.
Su director, Miguel Ángel Higuera, ha indicado que el foco de este sector, limitado a países no islámicos, está ahora en Sudamérica, donde ya se han cerrado acuerdos con Bolivia, Perú, Ecuador y Venezuela.
«España está libre de todas las enfermedades de transmisión de los cerdos y cumplimos con todos los requisitos de la Organización Mundial del Comercio (OMC), por lo que tenemos acceso a todos los mercados», ha precisado Higuera.
Mercados islámicos
A diferencia del porcino, el ovino y caprino -que en el primer semestre del año exportó 18.388 toneladas- sí tiene abiertos los mercados islámicos del norte de África y Oriente Medio, hacia donde están orientando unas exportaciones que hasta ahora se centraban en países vecinos como Francia, Italia y Portugal.
Sin embargo, fuentes de la Interovic (Interprofesional de Ovino y Caprino) han apuntado que la lengua azul está dificultando las exportaciones a terceros países, ya que, aunque es una enfermedad que no entraña riesgo para los humanos, se está utilizando como traba comercial para entrar a algunos países.
Desde la Asociación Nacional de Industrias Cárnicas (Anice), su secretario Miguel Huerta, ha subrayado que en el actual contexto del comercio internacional, una vez desmantelados los aranceles con los acuerdos de la OMC, «las barreras que levantan los países para proteger la producción nacional se basan en argumentos sanitarios».
«Hay que ser muy exigentes para entrar en mercados con requerimientos diferentes a los de la UE, como sucede con la venta de cárnicos curados típicos españoles en países con «tolerancia cero» a la listeria», ha resaltado Huerta, al tiempo que ha incidido en la importancia de aumentar las exportaciones de productos elaborados, que aportan más valor añadido.
Según Huerta, el sector cárnico español exportó en 2011 un total de 1,4 millones de toneladas de fresco y 116.000 de elaborados, con un valor total de 3.644 millones de euros, «unas cifras que hablan por sí solas de la importancia estratégica del comercio exterior en toda la cadena de valor».
Con una fuerte presencia en el exterior, dos de las empresas líderes en el sector -Campofrío y ElPozo- señalan la importancia de cumplir a rajatabla todas las prácticas higiénicas y sanitarias que se exijan en cada caso, así como tejer una red de contactos comerciales que ayuden a detectar mercados estratégicos. Unos mercados que la inversión en sanidad animal y seguridad alimentaria abren con mucha más facilidad.
Fuente: efeagro.com