En medio de la llamada “crisis económica”, en la que la comida es casi siempre el principal motivo de molestia y pelea, por los altos costos y la “desaparición de los productos; los animales son un grupo de seres vivos que padecen las circunstancias a la hora de alimentarse.
En un recorrido realizado por diferentes establecimientos especializados en el cuidado animal, quedaron en evidencias dos cosas: los propietarios continúan comprando comida a sus mascotas, a pesar de que por lo general es necesario hacer búsquedas intensas para conseguirla.
De acuerdo a José Basante, propietario de uno de estos comercios en el municipio Caroní, las ventas de comida para cualquier animal, se mantienen, aunque “cada vez que llega la mercancía es con precio nuevo”.
En este momento un saco de 20 kilos de perrarina de alguna de las muchas marcas que hay en el mercado, ronda los 40.000 Bs, mientras que la presentación de cuatro kilos, se puede conseguir entre 7.000 Bs, hasta 10.000 Bs.
Jaime Alvarado, propietario de un perro de raza Chauchau, explicó que entiende que más de uno vea como una locura el mantenimiento de una mascota, pues la realidad es que en estos tiempos, se ha vuelto muy difícil.
“Ahorita yo tengo el dinero, pero no consigo la perrarina que a mi perro le cae bien”, ese es otro de los problemas con los que a diario se enfrentan los propietarios de un perro o gato.
La duración de cualquiera de estos empaques variará en cada caso, debido a que es el dueño el que decide la cantidad de comida que al día le dará a la animal.
Así mismo, los veterinarios constantemente recuerdan la importancia de alimentarlos con alimentos pensados para su condición.
“Yo noté el cambio en mi perro cuando le comencé a dar perrarina, cuando le daba comida, el perro estaba más pesado y no tan activo como ahora, eso me lo recomendó su veterinario” aseveró Alvarado.
“No quiero mascotas”
Los altos costos de la alimentación humana y animal, han llevado a que más de uno se haya visto en la necesidad de deshacerse de este integrante peludo de la familia. Karen Correia, estudiante de ingeniería en la Unexpo, confesó que hace tres meses tuvo que regalar a un perro de raza Poddle.
“Yo no soy de aquí, estudio y trabajo de forma independiente, pero entre transporte, comida, trabajos de la universidad, no podía mantenerlo, esos perros son muy delicados y necesitan atención”, recalcó la universitaria.
Variedad de mercancía
José Basante, dueño de una Avícola, indicó que afortunadamente cada vez que hace el pedido por mas alimentos, las empresas distribuyen de manera rápida y variada, y con esa misma rapidez es vendida: “me llegó hace una semana, alimento para pollo, ganado, perros y gatos, y todo se vendió.
Fuente: Nueva Prensa