Algunos hospitales de Estados Unidos y del mundo han volcado sus ojos en algunos animales un poco inusuales para ayudar con terapias médicas de diferente especialidad. Atrás parece haber quedado la idea de que solo los perros podían hacer este servicio. Ahora hay animales terapéuticos que van desde cuyes, conejos, cabras, llamas hasta ponys y burros.
Tal es el caso de Helen Kress, paciente del hospital Saint John en Lakewood, Colorado (Estados Unidos), que goza de la compañía de Pisco, una llama terapéutica de 11 años, que la visita cada mes como parte de un programa destinado a aumentar las felicidad, disminuir la soledad y calmar a los pacientes con enfermedad en estado terminal.
Otro ejemplo de estas terapias lo representa Mona Ramouni que tiene como guía a Cali, un caballo enano. Esta mujer de 30 años perdió la vista poco después de nacer. Creció en Detroit y nunca pudo tener un perro porque su familia es devota musulmana y considera que los perros son sucios. Ahora ella va a clases en la Universidad de Michigan acompañada de su caballo.
Fuente: Perú.com