Asoprofasil tiene más de seis años en Cabimas y funciona por autogestión. La fundación sin fines de lucro ha salvado a más de 350 animalitos de la calle. Piden ayuda gubernamental.
Incansable, así es el trabajo de los miembros de la Asociación Protectora de Animales y Fauna Silvestre (Asoprofasil), que desde 2005 se encarga del cuidado y la protección de caninos y felinos en Cabimas. Bajo la tutoría de Maritza Hurtado ya suman un total de 120 los mamíferos atendidos, pero en sedes alquiladas o prestadas, porque la promesa gubernamental de ayudar con una sede propia tiene años en el olvido.
Así lo confirmó Hurtado, quien asegura que se han mantenido gracias a las labores de autogestión que realizan para comprar los medicamentos de los animales enfermos y cubrir las necesidades de alimentación y aseo que ellos requieren.
“Tenemos cuatro hogares adoptivos, uno en la Vereda, en Miraflores, en una finca propiedad de la familia y otro en mi casa. Cualquier lugar es bueno para cuidarlos, solo se necesita la disposición”.
El sueño de tener una sede propia sigue con ellos. Son cerca de 50 personas las que conforman la asociación que sin fines de lucro pone su granito de arena en el cuidado de los animales, que posteriormente pasan a adopción. Desde su inicio ha procesado cerca de 150 adopciones.
“No podemos permitir que los animales estén abandonados en la calle a su suerte. Eso es inconsciencia y tenemos ordenanzas y leyes que protegen a los animales, solo queremos hacer cumplir sus derechos”.
Sin respuestas
Las solicitudes de una ayuda para el terreno o la construcción de una sede son incontables. El alcalde Félix Bracho prometió hace más de dos años la asignación de un terreno y recursos para la manutención de los animalitos. Presuntamente se asignaría un presupuesto para las necesarias vacunaciones, limpieza contra la sarna, esterilizaciones y los recursos para la obtención de comidas y medicamentos, pero esto nunca se cumplió.
“El terreno nunca se asignó y las ayudas se quedaron engavetadas. El tema quedó en el olvido. Nadie nos ayudó en ningún momento”.
Sensibilizando
La asociación también trabaja en la sensibilización. Realizan jornadas con la intención de que la colectividad tome conciencia sobre el cuidado y la atención médica debida a los animales. Con siete años funcionando la asociación ha salvado a unos 350 caninos del abandono y evita matanzas individuales y masivas. “La gente necesita aprender. Hay leyes que estipulan los delitos en contra de los animales. Nosotros queremos enseñarlas para que juntos trabajemos. Es un trabajo de todos”.
Fuente: La Verdad