Una ballena supera las dos semanas nadando en la profundidad de la playa El Pico, en el municipio Los Taques en la costa occidental de la península de Paraguaná.
Tras el avistamiento del cetáceo, autoridades regionales de la Oficina Nacional de Biodiversidad Biológica determinaron que se trata de un ejemplar activo y joven. Se presume que su permanencia responde al hallazgo de un banco de alimento y que llegó a la zona, tras desorientarse.
Aunque es la primera vez que una ballena jorobada o yubarta llega a aguas peninsulares, no es la primera ocasión que se conoce de su presencia en el Golfo de Venezuela.
En febrero de 2009 una ballena jorobada se atascó en aguas del municipio Mara, en la Guajira del estado Zulia, donde finalmente murió. El ejemplar tenía cerca de 11 metros y pesaba unas 15 toneladas.
Francisco Perozo, coordinador de la Oficina de Biodiversidad Biológica en Falcón, destacó que la ballena no representa un peligro para los humanos y explicó que el mamífero «pudo simplemente perderse, pues estos animales tienen un sistema de navegación bien desarrollado, pero en algunos casos pierden el equilibrio, posiblemente la ballena se perdió y llegó hasta las costas del Golfo de Venezuela».
Las autoridades buscan hacerle entender a los pescadores de Los Taques que la ballena solo consume crustáceos parecidos al camarón -que miden de 3 a 5 centímetros-, y pequeños peces, como sardinas, a fin de que así se abandone las creencia de que mientras el animal permanezca en Falcón estará perjudicada la jornada de pesca artesanal.
Efectivos adscritos al Destacamento de Vigilancia Costera 904 son los encargados de vigilar la permanencia del animal. Los uniformados deben custodiar que ni pescadores ni pobladores de la zona dañen a la ballena durante su estadía en Los Taques. Se debe aguardar porque ella misma decida abandonar la zona.
La presencia del mamífero obliga además a que las embarcaciones que circulen por las playas de Los Taques tengan especial cuidado, tanto por evitar dañar el animal como por precaución en la navegación.
El pasado miércoles un grupo de pescadores informó que el animal se había atascado en algunas redes de pescar, en esa oportunidad la GNB actuó liberando a la ballena que según quienes la han visto podría alcanzar un peso de 500 kilos.
Los pescadores de Villa Marina aseguran que desde hace 15 días se observa al animal en los alrededores de la playa El Pico, tiempo en el que aseguran se les ha dificultado la pesca.
Idamelyz Amaya, prestadora de servicio en Los Taques, explicó que la presencia del mamífero «ahuyenta a los peces y atemoriza al temporadista». Agregó que además si el animal chocara contra una lancha podría ocurrir una desgracia.
Ante la supuesta intención de pescadores de matar al animal, la GNB incrementó la vigilancia. Esta semana se realizará una reunión entre autoridades castrenses y pescadores de Villa Marina para darles información sobre las acciones que se tomarán en caso que alguno atente contra la ballena.
Por lo menos seis leyes protegen a esta especie, por lo que atentar contra ella se convertiría en un delito penado.
Fuente: El Universal