Las fiestas navideñas alteran la rutina de las mascotas. Para evitar que se estresen con los fuegos artificiales, el alboroto y las visitas en casa, procura que tu mascota note lo menos posible los cambios.
Consultá con tu veterinario por el tema de la pirotecnia. La capacidad auditiva de perros y gastos es muy superior a la de los hombres, en frecuencias altas, por eso se alteran. Muchas veces es conveniente darles algún tranquilizante.
Durante la noche de Navidad y Año Nuevo, intentá no dejarlo. Consultá con una guardería para perros donde se pueda quedar.
Tampoco lo ates. El pánico puede provocar que el mismo se ahorque o desnuque con su propia correa.
Tratá que esos mismos días, durante la tarde, tu mascota haga mucho ejercicio. Eso lo cansará más de lo habitual y, por la noche, estará más tranquilo.
Las luces, cables, bolas, adornos y serpentinas de Navidad pueden ser una trampa mortal para tu mascota. Para prevenir, no pongas el Árbol muy bajo ni dejes ningún adorno a su alcance. Rocía todo con un repelente natural de cítricos.
Fuente: Día a Día
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