Científicos están dando los primeros pasos para clonar animales extintos. Investigadores de Australia anunciaron días atrás que lograron clonar embriones de una rana bastante extraña que vivió en ese país hasta 1983.
La rheobatrachus devoraba sus propios huevos, los incubaba en su estómago durante seis semanas y daba a luz a través de su boca. El “Proyecto Lazarus” intenta que estos anfibios vuelvan de entre los muertos.
La técnica es similar a la utilizada para clonar la mítica oveja Dolly en 1997. Utilizaron tejidos congelados del anfibio. Mediante la transferencia del ADN de la rheobatrachus a óvulos vacíos de una rana pariente de la extinta, obtuvieron huevos del anfibio extinto.
Los cultivaron y algunos comenzaron a dividirse espontáneamente y a crecer hasta una fase embrionaria. Ninguno de los embriones consiguió sobrevivir, pero los tests genéticos confirmaron que las células divididas contenían el material genético de la rana extinta.
A la fecha sólo un animal extinto ha sido clonado. Se trata del bucardo (Capra pyrenaica), una cabra europea que vivió en los Pirineos. El único ejemplar clonado nacido solo sobrevivió unos minutos.
“Resucitar” un mamut. El avance logrado con la rana australiana ilusiona a los investigadores que quieren clonar desde palomas migratorias hasta tigres dientes de sable y mamuts. De este último mastodonte se dispone de células conservadas en buen estado de un ejemplar fósil conservado por el frío ártico y ya hay científicos intentando la proeza de “resucitarlo”.
«Para mí, sería genial ver a un mamut o un tigre dientes de sable o un perezoso terrestre,» dijo al diario The New York Times Hank Greely, director del Centro de Derecho y Ciencias Biológicas de la Universidad de Stanford.
Y agregó: “No estamos hablando de Parque Jurásico porque no hay ADN de dinosaurios conservado. Estamos hablando del Parque del Pleistoceno, 100 mil o 200 mil años atrás. Hay un montón de animales interesantes que fallecieron en los últimos 200 mil años”.
Sin embargo, Greely también se pregunta si la posibilidad de “resucitar” fauna será la excusa final para que se siga avanzando sobre los ambientes naturales donde habitan animales en riesgo de desaparecer, con el argumento de que “total congelamos sus células para clonarlos después”. Y, por supuesto, señala cuestiones éticas sobre si se debe clonar, qué animales sí y cuáles no y a qué costo.
Fuente: LaVoz.com