Dermanyssus gallinae es un ectoparásito hematófago que ataca durante la noche. La presencia de virus y bacterias en este ácaro y su transmisión a otros animales en las instalaciones avícolas hacen de este parásito un objetivo claro de erradicación.
La parasitosis causada por el ácaro rojo (Dermanyssus gallinae) en aves es conocido desde hace muchos años, pero nuevas investigaciones muestran ahora que estos ácaros pueden llevar y transmitir otros patógenos.
Entre otros, se han aislado de este ácaro el virus de la enfermedad de Newcastle y las bacterias Erysipelotrix rhusiopathiae y Salmonella Gallinarum.
Se ha demostrado que en una granja en la que un primer grupo de aves esté contaminado con Salmonella Gallinarum y con el ácaro rojo, la salmonela puede quedarse en las instalaciones después de la rotación de los grupos e infectar a las nuevas aves que entran. Por tanto, deberían llevarse a cabo más medidas para erradicar los ácaros rojos en los sistemas de producción avícolas.
Dermanyssus gallinae es un ectoparásito de pollos y aves en general. Son chupadores de sangre y atacan cuando descansan por la noche. Tras alimentarse, se esconden en pliegues de la piel y hendiduras lejos de la luz del día; allí copulan y ponen los huevos. En condiciones favorables, el ciclo vital del ácaro puede completarse en siete días, por lo que las poblaciones pueden crecer rápidamente, causando anemia en los rebaños muy afectados. El ácaro rojo de las aves es un patógeno emergente importante en las instalaciones de producción avícola y causa importantes pérdidas financieras.
Fuente: albeitar.portalveterinaria.com
Foto: wikimedia.org