Investigadores y productores de todo el mundo reflejaron durante el foro en China los resultados de sus experiencias e investigaciones.
Argentinos. Además del médico cordobés Medardo Ávila Vázquez, varios argentinos participaron del Foro sobre Seguridad Alimentaria y Agricultura Sustentable en China. Estuvieron Ana Broccoli, de la cátedra de Agricultura Familiar de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, y Miguel Ángel Fernández y Liliana Maldonado, de la Federación de Organizaciones de la Agricultura Familiar.
Vacas alemanas. Monika Krueger, científica de Alemania, analizó los efectos del glifosato en vacas lecheras. Los animales segregaban restos del pesticida con la orina. Krueger cree que este pesticida puede asociarse con efectos en el hígado y los músculos de las vacas, además de los bajos niveles de cobre.
Cerdos daneses. lb Borup Pedersen es un criador de cerdos en Dinamarca. En 2011, comenzó a alimentarlos con soja no transgénica. Asegura que a los dos días comenzó a percibir cambios. Las cerdas dejaron de tener diarrea. Con el tiempo, se frenaron las muertes por úlcera, pérdida de apetito y otras causas. También mejoró el parto: nacieron más lechones y más sanos. Y está usando menos medicamentos. “Creo que el glifosato provoca graves defectos de nacimiento”, dice Pedersen.
Estudios en ratas. Irina Ermakova, neurocientífica rusa, analizó los efectos de un dieta para ratas basada soja transgénica (GM). Encontró una alta tasa de mortalidad en las crías en las primeras tres semanas de vida. Y determinó que madres y crías alimentadas con soja GM tenían menos peso que el grupo de control que sólo comió soja no-GM. El estudio no fue publicado en revistas científicas y fue cuestionado por otros investigadores.
Ingesta de glifosato. Michael Antoniou, investigador de la Escuela de Medicina del King’s College of London, duda sobre la seguridad de los actuales niveles de exposición al glifosato que marcan las reglamentaciones. Los niveles varían en todo el mundo y no están basados en estudios toxicológicos sino en intereses económicos. “El glifosato puede actuar como un disruptor endocrino en múltiples sistemas hormonales. Este dato no es tenido en cuenta por autoridades regulatorias”, dice.
Fuente: Perulactea