La artritis causa un importante malestar en aquellos que la padecen de modo que actividades sencillas como ir de paseo o subir escaleras a menudo resultan extremadamente dolorosas. Existen una serie de tratamientos disponibles que, por lo general combinan fármacos y fisioterapia, aunque normalmente se dirigen a paliar los síntomas más que a curar la patología.El objetivo de la fisioterapia consiste en reducir el dolor y mejorar las funciones de las articulaciones y extremidades afectadas. Aunque existen diferentes tratamientos de fisioterapia hay pocas investigaciones sobre cómo afectan al perro. Esto ha cambiado con el estudio* de Peter Holler del grupo de Barbara Bockstahler en la University of Veterinary Medicine, Viena (Austria) según informa ScienceDaily.com.
Con la ayuda de una de rueda especialmente diseñada para el estudio y sofisticados algoritmos de ordenador, Holler y sus colaboradores examinaron los movimientos de las articulaciones en las patas delanteras y traseras de perros en tres tipos diferentes de ejercicios utilizados habitualmente en fisioterapia: caminar cuesta arriba, cuesta abajo y por encima de obstáculos de poca altura. Después compararon los resultados obtenidos con los movimientos que realizaban los perros cuando caminaban normalmente sobre el suelo sin obstáculos. Sus resultados fueron muy reveladores. Caminar cuesta arriba hacía que, de forma significativa, la cadera se doblara más, mientras que la rodilla permanecía menos extendida. También se observó una disminución de la velocidad al realizar los movimientos en las articulaciones del carpo y del codo. Caminar cuesta abajo hacía que la cadera se doblara menos y la articulación tarsal también estaba menos extendida, mientras que disminuían las aceleraciones del codo y la cadera. Los efectos más significativos aparecieron cuando los animales caminaban sobre los obstáculos ya que en esa situación se curvaban más todas las articulaciones excepto las de la cadera y el hombro y las articulaciones del carpo y de la rodilla experimentaban una mayor extensión.
En resumen, los experimentos mostraron que las tres condiciones tenían efectos diferentes y específicos en los movimientos de las articulaciones de los animales. Ir cuesta abajo no parece tener muchos efectos terapéuticos pero caminar cuesta arriba y sobre obstáculos bajos podrían formar parte de la terapia. Caminar cuesta arriba es un ejercicio sencillo que se puede utilizar para mejorar la flexibilidad de las articulaciones afectadas, en particular de la cadera, mientras que pasar por encima de obstáculos bajos puede ser beneficioso para mejorar la flexibilidad de las articulaciones de las patas delanteras y traseras, aunque hay que reseñar que los perros que han sufrido recientemente una cirugía en la tibia deberían evitar caminar sobre obstáculos ya que la mayor flexibilidad de las articulaciones podría potencialmente forzar el tendón que une la rodilla a dicho hueso.
Ni caminar cuesta arriba ni sobre obstáculos requiere un equipo especial, ni cuesta mucho dinero. Además ambas actividades son sencillas y los propietarios pueden supervisar a los perros fácilmente. Como dice Bockstahler: «a menudo estos ejercicios se recomiendan para mejorar la flexibilidad de las articulaciones de los perros artríticos. Hasta ahora nadie se había molestado en probar si funcionaban pero nos satisface afirmar que realmente benefician al animal».
Fuente: www.portalargosveterinaria.com
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