En Internet bastan dos cosas para que un asunto se convierta en viral: una imagen con gancho o una historia increíble. Este lagarto tenía las dos cosas, de la misma forma que las tenía la comadreja que voló a lomos de un pájaro carpintero.
La naturaleza puede ser increíble, e incluso ‘molona’, pero cuando algo quiere ‘molar’ tanto como este lagarto, siembra la duda. Los internautas no se creían la historia de la comadreja y el pájaro, aunque otros se emocionaron e incluso hubo quien los convirtió en ‘meme’. los expertos se posicionaron y defendieron la autenticidad de la instantánea. Con nuestro lagarto, llamémosle Juancho (con permiso de Hanna-Barbera), nadie dudó, a pesar de la perfección absoluta de la pose del reptil, que bien parece dirigida por un fotógrafo de Victoria Secret en plena campaña de verano.
¿Por qué nadie dudó de lo cool que era Juancho? Porque Aditya Permana, el autor de esta imagen, aseguró (presuntamente) al Daily Mail que «se había encontrado con una lagartija dragón en el bosque de Yogyakarta, Indonesia, y logró capturar el momento en el que el pequeño reptil cogió una hoja y la sostuvo como si fuese una guitarra». ¡Impresionante!, ¡Qué lagarto tan humano y bohemio!
Pero no, no es impresionante ni el lagarto es bohemio, rockero tampoco. El único reptil músico que es real es el Lagarto Amarillo y resulta que tampoco es un reptil de verdad.
En ENREDADOS no nos conformamos con una sola verdad multiplicada por cientos en distintos medios y contactamos con Aditya como pudimos: por Google+, que para algo están las redes sociales más que para divulgar virales. No nos hizo falta tirarle de la lengua, ni insistir, lo confesó de buenas a primeras: «Sólo era una mascota comprada en una tienda de animales». ¡Ah!, ¡Qué sorpresa!
En otros medios explicaban lo siguiente: «Al principio no lo fotografié, esperé a que estuviese tranquilo y se sintiese cómodo conmigo». La afirmación era correcta, pero la interpretación de los hechos no lo fue, Señoría. Aditya nos explicó que al principio «mimó» al lagarto para que se tranquilizase y se habituase a el, y así logró que Juancho se convirtiese en un animalillo dócil, «como un bebé». Fue entonces cuando el fotógrafo le colocó la hoja como una guitarra y capturó el momento. La foto perfecta y «nadie herido», bromeó.
«Los medios aseguraron que era una fotografía en la naturaleza, no sé por qué lo hicieron. Si un fotógrafo quisiese hacer esto con un animal en libertad tendría que torturar al lagarto», explica Aditya.
Sin embargo, la foto sigue siendo espectacular y no vamos a quitarle mérito, pues para tomar esta fotografía al indonesio le hizo falta más de una hora de trabajo con Juancho.
Twitter: @EvaMosqueraR
Fuente: El Mundo