Una investigación genética realizada por científicos de la Universidad de Cambridge y publicada ayer en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) ha desvelado de forma inequívoca el origen en un único punto de los caballos domésticos.
Las investigaciones previas, basadas en restos arqueológicos, indicaban que era en las estepas eurasiáticas donde se habían domesticado por primera vez los caballos.
La diversidad genética de estos animales indicaba por otro lado que se habrían domesticado simultáneamente en diversos lugares de un área geográfica bastante amplia alrededor de las estepas. Con esta investigación queda zanjada una polémica que ha durado varias décadas.
El caballo se domesticó en un único lugar de las estepas que actualmente ocupan los países de Ucrania, Rusia y Kazajstán.
Para su investigación los científicos han estudiado datos genéticos (ADN mitocondrial y características del cromosoma Y) de más de 300 caballos en toda la estepa euroasiática y han realizado una serie de modelos.
Las conclusiones de la investigación son que el antepasado del caballo doméstico, ya extinto, Equus ferus se extendió fuera del este de Asia (su lugar de origen) hace unos 160.000 años; y que fue domesticado por primera vez en un único lugar de la estepa occidental de Eurasia. Las investigaciones coinciden con las primeras evidencias arqueológicas de caballos domesticados.
Los científicos explican que la diversidad genética observada se debe a que fueron cruzados con caballos salvajes con frecuencia, no a que se domesticaran en diferentes regiones al mismo tiempo. Es la primera evidencia genética que apoya el origen en un único punto de todos los caballos domesticados de la Tierra.
Fuente: medioambiente