Encerrado en las entrañas del edificio que alberga la facultad de Medicina en Rotterdam, Holanda, y al que solo tienen acceso un puñado de científicos, yace un virus gripal hecho por el hombre que podría cambiar la historia mundial si se llegara a liberar.
La cepa del virus H5N1 de la gripe aviar que se ha modificado genéticamente ahora se transmite con facilidad entre hurones, animales que tienen la respuesta ante la enfermedad más similar a la de los humanos. Los científicos creen probable que el patógeno, si se diera en la naturaleza o se liberara, podría desencadenar una pandemia que posiblemente provocaría millones de muertes.
En una oficina del piso 17 de ese mismo edificio, el virólogo Ron Fouchier del Centro Médico Erasmo explica con calma por qué su equipo ha creado lo que, según sus palabras, «es probablemente uno de los virus más peligrosos que se puede crear” y por qué quiere publicar el artículo en el que describe cómo lo hizo. También se prepara para una tormenta mediática, dijo a ScienceInsider. (Este informe lo facilitó Martin Enserink, editor colaborador en la revista científica Europe Science Magazine y se publicó en ProMED-mail).
El artículo de Fouchier es uno de los dos estudios que ha desencadenado un acalorado debate sobre los límites de la libertad científica y que podría presagiar cambios en el modo que los investigadores estadounidenses manejan la investigación conocida como de doble uso: estudios que tienen un posible beneficio para la salud pública pero que también podrían utilizarse con fines malignos como la guerra biológica o el terrorismo biológico.
El otro estudio, también sobre el virus H5N1 y con resultados similares, lo realizó un equipo con el virólogo Yoshihiro Kawaoka de la Universidad de Wisconsin, EUA, y varios científicos de la Universidad de Tokio al frente, según ScienceInsider. Ambos estudios se han presentado para su publicación y el NSABB (del inglés, Consejo Consultivo de Ciencia para la Bioseguridad de los EUA) los está revisando actualmente, consejo que ya antes científicos o revistas especializadas han consultado para que se revisen artículos que preocupaban por su contenido.
El presidente del NSABB, Paul Keim, un genético microbiano, dice que no puede hablar de los estudios en concreto pero confirma que el consejo «ha trabajado mucho e intensamente durante varias semanas en los estudios sobre la transmisión del H5N1 entre mamíferos”.
«No puedo pensar en otro organismo patógeno que sea tan aterrador como este”, añade Keim, que trabajó con ántrax durante muchos años. “No creo que el ántrax sea para nada aterrador en comparación con esto”.
Algunos científicos dicen que es razón suficiente para que no se haga tal investigación. El virus puede escapar del laboratorio; grupos terroristas o naciones que no se adhieren a las normas internacionales podrían usar los resultados publicados para diseñar un arma biológica que pueda provocar una destrucción masiva, argumentan. «Nunca se tendría que haber realizado este trabajo”, dice Richard Ebright, un biólogo molecular de la Universidad Rutgers en Piscataway, Nueva Jersey, y el Instituto Médico Howard Hughes, que tiene gran interés en asuntos relacionados con la bioseguridad.
¿El H5N1 es pandémico?
Las investigaciones de los equipos de Kawaoka y Fouchier intentan dar respuesta a la pregunta que ha intrigado durante mucho tiempo a los científicos: ¿tiene el H5N1, que rara vez enferma a los seres humanos, la capacidad de desencadenar una pandemia?
El virus ha diezmado parvadas de aves en tres continentes pero ha provocado menos de 600 casos de gripe en humanos desde que surgió en Asia en 1997, aunque la mayoría fueron mortales. Debido a que el virus se no se propaga eficientemente entre humanos, no se ha podido desencadenar una reacción en cadena y por todo el planeta.
Algunos científicos piensan que es probable que el virus no pueda provocar una pandemia porque, seguramente, adaptarse a un hospedador humano le impediría reproducirse. Algunos también creen que el virus necesitaría reorganizar sus genes con una cepa humana, un proceso conocido como redistribución, que se cree que es posible que ocurra en cerdos, tanto con las cepa humana como con la aviar.
Según experiencias anteriores, algunos científicos también han argumentado que las pandemias de gripe solo las pueden provocar los virus H1, H2 y H3, que se han reemplazado unos a otros en la población humana cada varias décadas, pero no el H5.
Fouchier dice que su estudio muestra que todo esto es un error. Aunque se ha negado a hablar sobre detalles del estudio porque el artículo se está revisando aún, Fouchier confirmó los detalles dados en las noticias sobre la conferencia en Malta (septiembre 2011) en la que presentó el estudio por primera vez.
H5N1 en hurones
Esas noticias describen cómo Fouchier intentó en un principio aumentar la transmisibilidad del virus haciendo cambios en su genoma, mediante un procedimiento conocido como genética inversa. Cuando esto falló, transmitió el virus de un hurón a otro varias veces, un método poco tecnológico y que lleva mucho tiempo para hacer que el patógeno se adapte a un nuevo hospedador.
Después de 10 generaciones, el virus se había convertido en un virus capaz de transmitirse a través del aire: hurones sanos enfermaban solo por estar en una jaula cercana a la de un hurón enfermo. La cepa experimentó cinco mutaciones en 2 genes, cada uno de los cuales ya se había encontrado en la naturaleza, dice Fouchier. Simplemente no lo habían hecho nunca en la misma cepa a la vez.
Los hurones no son humanos pero en los estudios que se han hecho hasta la fecha, toda cepa de gripe aviar que se ha podido transmitir entre hurones lo ha hecho también entre humanos y viceversa, dice Fouchier. «Podría ser diferente esta vez pero yo no apostaría mi dinero en ello”.
El espectro de una pandemia de H5N1 desvela a los científicos dedicados al campo de la gripe por el poder del virus para matar. De los casos conocidos hasta ahora, más de la mitad fueron mortales. La tasa real de casos mortales probablemente es menor porque se desconoce el número de casos moderados que nunca se han diagnosticado y de los que no se ha informado. Sin embargo, los científicos están de acuerdo en que el virus es feroz.
«Estos estudios son muy importantes”, dice Michael Osterholm, experto en defensa biológica y gripe a la vez que director del CIDRAP (del inglés, Centro para la Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas) en la Universidad de Minnesota, EUA. Los investigadores “cuentan con el apoyo absoluto de la comunidad dedicada al estudio de la influenza”, dice Osterholm, porque existen posibles beneficios para la salud pública. Por ejemplo, los resultados muestran que aquellos que minimizaban los riesgos de una pandemia de H5N1 deben replanteárselo, añade.
Conocer las mutaciones exactas que hacen al virus transmisible también permite a los científicos buscarlas en el campo y tomar medidas de control más agresivas cuando uno o más aparezcan, añade Fouchier. El estudio también permite a los investigadores probar si las vacunas y medicamentos antivirales contra el H5N1son efectivas contra la nueva cepa.
¿Publicar o no publicar?
Fouchier dice que lo consultó mucho en Holanda antes de enviar el manuscrito para su publicación. Los NIH estadounidenses, (Institutos Nacionales de Salud), que financiaron el trabajo, están de acuerdo con la publicación, dice Fouchier, incluyendo las autoridades del Instituto Nacional de Alergías y Enfermedades Infecciosas.
Osterholm dice que no puede hablar sobre los detalles de los artículos porque es miembro del NSABB. Pero dice que debería ser posible que se omitieran ciertos detalles clave de los controvertidos artículos y hacerlos disponibles para la gente que de verdad necesita conocerlos. «No queremos dar a los chicos malos la guía sobre cómo hacer que los virus malos sean malos de verdad», dijo.
Fuente: www.elsitioavicola.com