La Unión Europea (UE) renunció este miércoles a prohibir la venta de carne de descendientes de animales clonados, que se crían en países como Estados Unidos, Argentina o Brasil, aunque sí vetará dentro de su territorio la clonación de animales para el consumo.
«Proponemos prohibir la técnica de clonación para animales destinados al consumo [dentro de la UE] así como las importaciones de animales clonados», dijo el comisario europeo de Salud, Tonio Borg en una rueda de prensa.
El Ejecutivo europeo no prohibirá sin embargo, de momento, la venta de productos de descendientes de animales clonados , una decisión que busca evitar la confrontación comercial con Estados Unidos, con quien la Unión Europea está negociando un tratado de libre comercio.
Tampoco ha decidido todavía si obligará a señalar en las etiquetas los productos con carne o leche de descendientes de animales clonados.
«Eso no quiere decir que no hayamos hablado del tema [del etiquetado] durante la reunión pero creemos que hay que llevar a cabo un análisis en profundidad», explicó el comisario.
La carne de animales clonados no se consume, porque los ejemplares son muy caros. Pero sí se comercializan y se exportan sus embriones y su esperma para crear descendientes que luego se crían principalmente en países de América.
La Unión Europea importa cada año entre 300.000 y 500.000 toneladas de carne bovina de Estados Unidos y Argentina, dos países donde es legal la clonación pero en los que no existe ningún sistema de trazabilidad.
Después de tres años de negociaciones que habían empezado en 2011, la Comisión, el Parlamento Europeo y los Estados no lograron ponerse de acuerdo sobre una normativa de trazabilidad de la carne que se consume en Europa.
El parlamento quería un sistema muy detallado para alertar a los consumidores de la presencia de carne clonada, incluso en animales de segunda o tercera generación.
Pero esta medida habría obligado a Estados Unidos y a Argentina, en donde no se practica la trazabilidad, a llevar a cabo controles exhaustivos y a la Unión Europea a prohibir las importaciones, con el riesgo de desencadenar una nueva guerra comercial como la de la carne de vacuno estadounidense con hormonas, que duró varios años.
En julio de 2012 la autoridad europea de seguridad alimentaria (EFSA) reafirmó que «nada indica que existan diferencias [de seguridad alimentaria] entre alimentos derivados de clones en buena salud o de su progenitura y los derivados de animales en buena salud concebidos de manera tradicional».
Fuente: Entorno Inteligente