Una mascota es un animal doméstico conservado con el propósito de brindar disfrute a la familia que lo posee dado que representa ternura, compañía, amistad, y con el tiempo, adquiere un papel más importante, al sentirlo parte del grupo familiar y, aún más, como un amigo. Además, el animal de compañía es capaz de adaptarse al ambiente de un ser humano sin importar su naturaleza.
Tener una mascota en casa, sin embargo, representa riesgos tanto para la familia como para el animal, las cuales se deben disminuir y prevenir de manera constante. Una de estas posibles enfermedades es la Giardiasis, infestación causada por el parásito Giardia lamblia – también conocido como Giardia intestinalis – que afecta principalmente a los mamíferos -incluyendo a los seres humanos-, y en menor medida a las aves y los reptiles. Aunque, la especie que resulta ser más propensa a esta patología son los perros; especialmente los cachorros, quienes son más susceptibles debido a que su sistema inmune apenas se está desarrollando.
“La Giardia se forma en el intestino delgado de los animales donde permanece como trofozoíto, la primera forma que adoptan los parásitos protozoarios durante su ciclo de vida. Posteriormente, se transforma en un quiste y entra en contacto con el medio ambiente a través de su expulsión conjunta con las heces, por lo que también pueden encontrarse en el entorno”, explicó el Dr. Javier Dlujnewsky, médico veterinario, miembro de la Sociedad Latinoamericana de Dermatología Animal y colaborador del laboratorio de salud animal Zoetis de Venezuela.
La detección oportuna es importante
La Giardiasis está clasificada como una “zoonosis” porque puede ser transmitida de los animales a los seres humanos. Si bien el índice de mortalidad debido a la Giardiasis es bastante bajo, los efectos que produce la enfermedad pueden llegar a ser tan debilitantes que la salud del afectado, sea la mascota o un miembro de la familia, puede verse comprometida.
Su principal medio de transmisión es por vía fecal-oral, mediante la ingesta de alimentos o agua que contengan quistes de Giardia. Otra potencial forma de contagio es la manipulación de objetos que se encuentren cercanos al área en donde la mascota realiza sus necesidades fisiológicas, los cuales pueden estar contaminados. Es importante destacar que algunos cachorros tienden a comer sus propias heces en los primeros meses de sus vidas, a lo cual se debe estar atento.
“Es importante que la familia entienda que la solución no es tomar la decisión de no tener mascotas. Al contrario, simplemente se debe prevenir en la medida de lo posible la detección temprana de los síntomas para tomar los correctivos necesarios, los cuales son: la diarrea de color amarillo o verde amarillento, vómitos, dolor abdominal, flatulencias y en algunos casos heces sanguinolentas. En casos más graves, se puede presentar deshidratación debido a la pérdida constante de líquido en las evacuaciones, junto con la disminución del peso y la talla”, comentó el especialista.
Los síntomas anteriormente descritos también se manifiestan con otras enfermedades intestinales, por lo que es importante llevar la mascota al veterinario para comprobar que efectivamente se trate de infestación por Giardia.
Tratamiento y prevención
Actualmente, existen dos métodos que permiten diagnosticar la afección: el examen de heces convencional y la Prueba de ELISA, con el que se pueden identificar la presencia de los parásitos con un 90% de efectividad.
En lo que corresponde al tratamiento, una vez que el afectado se haya diagnosticado se debe proceder a su rehidratación y al suministro de fármacos desparasitantes por un tiempo comprendido entre tres y diez días. No obstante, existe una exclusiva opción preventiva que representa una mejor solución tanto para las mascotas como para sus propietarios.
Con respecto a esto, el Dr. Dlujnewsky indica que “existe una vacuna elaborada con trofozoitos inactivados de Giardia lamblia que inhibe la completa infestación o reduce considerablemente la gravedad de los síntomas, lo que se traduce en más salud y en recuperaciones exitosas”. La aplicación de éste método también reduce la posibilidad de que los propietarios de las mascotas se contagien de la enfermedad, generándose así una convivencia persona-animal con menos riesgo riegos y un hogar más sano.
Cabe destacar que la principal recomendación es llevar a las mascotas al veterinario ante la manifestación de cualquier síntoma o comportamiento irregular y evitar la administración de un medicamento sin la consulta previa de un especialista, quien indicará el procedimiento más adecuado para mantenerlos saludables.
El laboratorio Zoetis, antigua unidad de Salud Animal de Pfizer, es una compañía global de salud animal basada en 60 años de experiencia. Elabora medicamentos y vacunas de calidad, apoyo y educación brindando tratamientos preventivos para las mascotas en pro de la salud de los animales y sus familias.
Fuente: Informe 21