Los flujos de ganado naturales de los sistemas de producción bovina no deben prohibirse, a menos que existan condiciones sanitarias que lo exijan, hay que dejar fluir la economía pecuaria para alimentar el bienestar nacional, y sí hay que establecer controles para combatir el contrabando deben realizarse sin menoscabo de la inter-relación propia de los sistemas de producción.-
Por: Julián Castro Marrero
El funcionamiento de los sistemas de producción bovina da como resultado flujos de ganado de determinada edad, con definido propósito, en una época del año establecida y una ruta y tipo de transporte específico.
Las condiciones agro-ecológicas, políticas, económicas, sociales y culturales en las cuales se desarrollan las potencialidades productivas y reproductivas de los animales son determinantes de la organización estructural y los procesos propios de la ganadería, dentro de ellos las corrientes de tránsito del ganado.
Características de las áreas de producción bovina
Los sistemas de producción bovina son áreas con características agroecológicas comunes, dedicadas al cultivo y producción de ganado, que cuentan con una infraestructura para la cría y manejo de los animales. La presencia, frecuencia y manejo de los factores de producción y sus modelos de inter-relacionarlos o por la intensidad de su utilización dan como resultado distintas formas de producción. Como son los orientados con la finalidad de cría, ceba o engorde, producción de leche y de subsistencia o mercantil simple.
Para caracterizar los diversos sistemas de producción se utilizan indicadores como: densidad bovina, relación novilla/vaca, relación maute/novillo, porcentaje de vacas en ordeño, porcentaje de vacas lecheras existentes, numero medio de bovinos por establecimientos y movimiento de animales por finalidad (beneficio, levante, ceba, cría). Estos deben ser calculados para cada estado o municipio del país, objeto de identificar y delimitar áreas homogéneas, con predominio de determinadas formas de producción.
La caracterización de un sistema extractivo o área de cría extensiva corresponde con la presencia de razas productoras de carne o sus cruces, grandes rebaños, baja densidad ganadera, alimentación en base a pastos naturales o cultivados, ubicados en zonas marginales de potreros y sabana, su producción es de mautes y novillos terminados o sin terminar. La población animal, pié de cría, es bastante estable y las fluctuaciones poblacionales son debidas a la estacionalidad, o cosechas zafrales.
Los Sistemas Empresariales Extractivos corresponden a ganaderías de ciclo completo, con tamaño de rebaño generalmente alto, diferenciándose de la categoría anterior en que hay una mayor reinversión de capital e incorporación de tecnología , la densidad de población es mayor, relación novillo/ es media y el flujo está predominantemente orientado a matadero.
La caracterización de un sistema de engorde o ceba orientado a transformar el producto de las regiones de cría en un animal destinado a faena o beneficio esta dada porque ocupan las tierras con mayor potencial para la disponibilidad de potreros de pastos naturales y/o cultivados de calidad y en dependencias administrativas que poseen cercanos centros de industrialización y consumo. Los establecimientos son predominantemente de tamaño mediano, buena subdivisión de potreros, alta densidad poblacional, la renovación de la población animal es alta, la edad predominante es entre 1.5 y 3.5 años, con intensa movilización de ganado tanto los que llegan de las áreas de cría o productoras de leche como los que salen para frigorificos y mataderos.
Los sistemas de doble propósito poseen en su mayoría bovinos mestizos producto de cruces entre animales criollos y puros o mestizos de Bos Indicus, Gyr, Guzerat, o Bos Taurus, Holstein, Pardo Suizo o tipo Carora.con tamaño del rebaño generalmente medio y una densidad bovina de media a alta, con relativo ingreso de animales, siendo mayor la movilización para beneficio donde la producción es hacia carne y coexiste con la producción de leche. Con diferentes modelos desde el ordeño una vez al día con apoyo del becerro hasta el ordeño mecánico dos veces diarios y crianza artificial del ternero. De acuerdo a los animales vendidos el sistema es vaca-becerro, vaca-maute o vaca-novillo. Con una relación novillo/maute y maute/novillo alta, que indica el terminado de animales, y en algunos casos con aportes de mautes procedentes de otras fincas de la misma región en la mayoría de los casos.
Analizando el circuito cárnico encontramos que como parte de la cadena de producción tenemos sistemas de producción que son interdependientes. En el caso de nuestro país del llano salen bovinos hacía el nor-occidente y centro del país para ser levantados y terminados y de esta zona a los mataderos y frigoríficos. Del mismo modo, en el Oriente y Guayana se reciben del Llano, el Delta y oriente de Monagas una corriente de ganado con destino al levante y engorde.
La corriente de ganado con la finalidad de levante y/o ceba desde Apure y Sur de Barinas hasta la Cuenca del Lago de Maracaibo (Táchira-Zulia-Mérida) es de larga data y de una funcionalidad eficiente para abastecer la población y alimentar la economía del subsector pecuario.
Es una economía pecuaria que fluye con naturalidad histórica y que sus sistemas de producción son complementarios por condiciones agro-ecológicas, que en su inter-relación han mostrado su eficiencia para la solvencia del conjunto de las propiedades, para atender el mercado y dar aportes importantes al funcionamiento de la pecuaria nacional.
Intervenir esas corrientes naturales y lógicas del funcionamiento del circuito carnico es dificultar el intercambio sistemático pecuario y colocar en riesgo la sobrevivencia de las unidades de producción y el adecuado abastecimiento del mercado nacional.
Existen estrategias específicas para combatir el contrabando, que han mostrado eficacia, y son instrumentadas conjuntamente por ambos países limítrofes, obteniendo la protección económica y sanitaria para las partes, sin menoscabo del normal funcionamiento de los respectivos circuitos cárnicos.
La experiencia de integración e interrelación, que se observa entre dos poblados de diferentes países que estén situados en la línea fronteriza, uno frente al otro, y que si se quiere hacen una sociedad local, amerita una consideración específica. Sus actores sociales en busca del desarrollo local, con una articulación de intereses, utilizan su capacidad de negociación para el beneficio de ambas partes, que constituyen un todo, y que se puede definir como un circuito económico-social, muy intensivo en sus actividades comerciales. Realidad que demanda la intervención de los servicios oficiales de ambos países, para interpretar esa situación y crear la participación social, de tal manera de identificar en conjunto las adecuadas y oportunas medidas a aplicar.
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