Durante los primeros 10 meses de este año han salido de Colombia cerca de 200.000 bovinos comprados por comerciantes nacionales y venezolanos que aprovechan los diferenciales cambiarios del vecino país para ganar más dinero pero a la vez ponen en riesgo la economía local y el estatus de País Libre de fiebre Aftosa con Vacunación.
Así lo denunció recientemente el presidente ejecutivo de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), José Félix Lafaurie Rivera, quien envió una misiva al ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo Salazar, y al director general de la Dian, Juan Ricardo Ortega, explicando cómo opera este nefasto “carrusel” comercial en la zona fronteriza.
Según el dirigente gremial, durante lo corrido de este año las relaciones comerciales con Venezuela se han restablecido gradualmente. Sin embargo, para el sector ganadero “ya comienzan a evidenciarse los efectos negativos de un comercio distorsionado por la política cambiaria y de control de precios que impera en Venezuela”.
La información de esta denuncia fue aportada por frigoríficos colombianos ubicados en la Costa Caribe. Mientras el tipo de cambio oficial es de 4,30 bolívares fuertes/dólar, en el mercado negro o “paralelo” del vecino país el tipo de cambio alcanza niveles de 15 BsF/USD.
Esta situación es aprovechada por comercializadores de ambos lados de la frontera que compran animales en Colombia a un precio promedio de 1,58 dólares por kilogramo y lo venden en Venezuela a precios que varían entre 1,65 USD/kg (cuando se transa a precios regulados) y 3,1 USD/kg, “lo que evidentemente hace que el negocio de exportación por sí solo sea rentable”, afirma la misiva a los altos funcionarios del Gobierno Nacional.
Más rentabilidad
Sin embargo, las cosas no quedan ahí. De acuerdo con Lafaurie Rivera, adicionalmente el comercializador venezolano recibe los dólares por concepto de la importación de ganado colombiano a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) con una tasa de cambio de 4,30 bolívares fuertes por dólar, los cuales puede vender nuevamente en el mercado negro del vecino país donde se paga un tipo de cambio de 15 BsF/USD.
CADIVI, una entidad del Gobierno Bolivariano de Venezuela que pertenece al Ministerio del Poder Popular de Planificación y Finanzas. Es la encargada de administrar, coordinar y controlar la ejecución de la política cambiaria del Estado venezolano.
En pesos colombianos este carrusel se explica de la siguiente manera: un animal puesto en la frontera con Venezuela (incluyendo transporte y otros gastos) cuesta $1’614.063, equivalente a US$882. Sin embargo, el precio de venta en frontera fijado por Cadivi es de $2’433.900, que en dólares equivale a US$1.330, lo cual genera una utilidad neta de US$448.
“Estos US$448 son entregados al comercializador vía Cadivi, quien los toma y los regresa a Venezuela, pero a través del mercado negro, donde los vende a una tasa de cambio de 15 BsF/USD, multiplicando automáticamente sus utilidades a 4.793 bolívares fuertes. Sin duda un negocio muy lucrativo”, reveló el Presidente Ejecutivo de Fedegán.
Carne subsidiada
Pero hay otra práctica que es la que está poniendo en peligro el patrimonio sanitario del país y genera competencia desleal a la industria frigorífica colombiana que actúa cumpliendo con las normas.
“Esta práctica consiste en aprovechar la política de precios regulados de Venezuela que busca subsidiar productos de la canasta familiar a la población venezolana y que hace que los precios de estos productos sean artificialmente bajos, lo que motiva a que comercializadores inescrupulosos adquieran carne venezolana subsidiada y vía contrabando la vendan en Colombia a precios más bajos que los ofrecidos por la industria nacional”, explicó Fedegán en la carta.
Y agregó que esta carne ingresa al país no solo evadiendo a las aduanas nacionales, sino también los controles sanitarios, poniendo en grave riesgo el estatus de Colombia como país libre de fiebre aftosa con vacunación.
“De hecho, basta revisar publicaciones especializadas en Venezuela que reportan un precio de 25 bolívares fuertes por kilogramo para la carne en canal, la cual a un tipo de cambio en el mercado negro, equivale a 1,67 dólares por kilogramo, que en pesos colombianos representa un valor de $2.050 kilogramos, mientras que un frigorífico legal en Colombia vende este mismo producto a un precio promedio de $5.500/kg”, puntualizó José Félix Lafaurie.
Efectos de esta práctica
Para Fedegán los efectos de estas prácticas desleales ya comienzan a sentirse a lo largo de la cadena cárnica. En primer lugar, la salida indiscriminada de animales en pie hacia Venezuela ha ocasionado un incremento significativo en el sacrificio de hembras, que en la actualidad representa cerca del 40 por ciento del sacrificio nacional, un porcentaje que atenta contra la sostenibilidad del inventario bovino.
“En el eslabón frigorífico, las cifras reportadas por nuestra Oficina de Auditoría indican que las plantas del Área Metropolitana de Cúcuta registran en el último trimestre una caída en el sacrificio del 40%, que está asociada a la salid ilegal de animales en pie hacia Venezuela, que luego ingresan nuevamente al país en forma ilegal en forma de carne en canal y carne despostada”, anotó la Federación.
El gremio sostuvo En el sector lácteo se ha evidenciado una situación similar, pues vía la frontera por Arauca ingresan al país quesos fabricados con leche subsidiada en Venezuela, que luego son reempacados y comercializados en Cúcuta e incluso en Bogotá, “agudizando la ya difícil situación que enfrenta el sector debido al ingreso de importaciones legales al amparo de los tratados de libre comercio vigentes”.
Fuente: Diario del Huila