Utilizar glicerina proveniente de procesos industriales, como la extracción de bioetanol, para la alimentación bovina es la propuesta de un zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín.
Sebastián Benítez Henao, zootecnista y magíster en Ciencias Agrarias, con énfasis en nutrición animal, explica que la idea es el resultado de su tesis de maestría, la cual desarrolló por medio de un convenio con Oleoflores S.A., empresa productora de biodiesel a partir del aceite de palma africana.
Al final de sus procesos, esta y otras empresas productoras de biocombustibles generan un 10 % de glicerina, adicional a lo producido en biodiesel.
Por eso, Benítez decidió analizar en el Laboratorio de Tecnología Ruminal de la Sede Medellín, cuáles eran las propiedades de este producto y si se podía implementar en la alimentación de ganado, con el objetivo de generar algún beneficio.
De esta manera, se evaluó in vitro el comportamiento de los microorganismos en el estómago vacuno y la sustancia afectaba a los animales, antes de aplicarla en campo.
Posteriormente, se realizó una prueba in vivo en la que se calculó el efecto de dos fuentes energéticas: la glicerina cruda y la melaza, las cuales se suministraron a novillos en etapa pre-ceba, del municipio de Codazzi (Cesar).
Después de corroborar que es una buena fuente energética, compararon los dos tratamientos, en cuanto a beneficios nutricionales y costos.
Así, se determinó que esta presenta un precio bastante bajo (alrededor de 100 pesos/kilo) frente a la melaza, que para el momento del estudio, costaba entre 660 y 830 pesos el kilo.
Dicha sustancia es usada comúnmente para la industria cosmética, la de aseo (producción de jabones o detergentes, entre otros) y la alimenticia.
Sin embargo, como subproducto no se le da uso a todo el residuo que se genera, por lo cual debe desecharse, generando problemas de contaminación. Es ahí donde este proyecto aporta el valor agregado.
Las dietas fueron suministradas a doce novillos, distribuidos en dos grupos: seis con glicerina y seis con melaza, durante 120 días. Estas consistieron en forraje verde de pasto guinea (10 % del peso vivo), torta de palmiste (1 Kg por día) más las respectivas fuentes energéticas, las cuales registraron consumos promedio de 520 gramos de melaza y 340 gramos de glicerina diarios.
Al momento de analizar el aspecto nutricional, no hubo una diferencia marcada en la ganancia de peso en los dos grupos.
Respecto al análisis económico, se encontró que la alternativa generó un 38 % de ahorro en los costos de la alimentación.
Conclusiones
De manera general, se concluyó que la inclusión de glicerina cruda en una proporción hasta del 8 %, con base en la materia seca consumida, mejora la competitividad de la producción de carne en novillos de preceba, con muy buenos resultados.
Fuente: Perulactea