La tonina del Orinoco, el perro de agua o nutria gigante, la tonina costera, el manatí y la nutria pequeña tienen algo en común: Todos son mamíferos de agua dulce ampliamente distribuidos en la zona tropical del continente americano, con diferentes estados de conservación y peligros.
Si bien ya existe el plan de acción para la conservación de los delfines de río en Sudamérica 2010-2020 como marco de referencia regional, urge la necesidad de tomar medidas de protección adaptadas a la realidad de cada país.
Sólo faltaba Venezuela
Bolivia, Colombia, Ecuador y Brasil formularon sus respectivas iniciativas nacionales, mientras que en Perú se encuentra en fase de aprobación. Solo faltaba Venezuela, donde se publicó recientemente el plan de acción para la conservación de los mamíferos acuáticos de Venezuela: delfines de agua dulce, nutrias y manatíes 2017- 2027.
“La fase final del ciclo, actuar, ahora se inicia. Gobiernos nacional y local, academia, organizaciones de la sociedad civil y sector privado tienen un papel que jugar”, señaló en la presentación de la obra Jon Paul Rodríguez, investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) y presidente de la Comisión para la Supervivencia de las Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn).
El texto está dividido en 4 capítulos. El primer apartado contiene fichas descriptivas de las 5 especies de mamíferos dulceacuícolas en cuanto a nombres comunes, taxonomía, distribución, datos faltantes y abundancia.
En el segundo se exponen las principales amenazas que enfrentan estos animales y sus hábitats; en el tercero se detallan los aspectos legales y de política aplicables a su protección; mientras que en el cuarto capítulo se da a conocer el plan de acción propuesto para la siguiente década.
La obra fue editada por investigadores venezolanos y colombianos con el apoyo de la Fundación Omacha, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF – Colombia), Whitley Fund for Nature del Reino Unido y la Fondation Segré Conservation Fund.
Trabajar en Venezuela es crucial
En el caso de Venezuela “el reto era enorme, ya que es un país con una notable presencia de mamíferos acuáticos, con diferentes niveles de estudio y con amenazas cada vez mayores en cuencas como el Orinoco y el Golfo de Maracaibo”, indicó en el documento Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha de Colombia.
Dichas áreas son particularmente conflictivas debido a la presión ejercida por comunidades de pescadores, quienes consideran a los delfines como competencia para su actividad.
Yurasi Briceño, bióloga egresada de la Universidad del Zulia (LUZ) y estudiante de doctorado del Centro de Ecología del Ivic, informó que en el Lago de Maracaibo se han reportado cacerías del delfín costero (Sotalia guianensis), cuya carne es usada de carnada para la captura de tiburones.
En el río Orinoco también se caza al delfín rosado, tonina del Orinoco o boto (Inia geoffrensis) y a S. guianensis para atraer al zamurito (Calophysus macropterus), “bagre muy codiciado en Colombia hasta el 2017, cuando se prohibió la extracción y comercialización de ese pez por presentar altos niveles de metales pesados perjudiciales para la salud humana”, afirmó Briceño, coautora de los capítulos I y II de la publicación.
Se estima que durante el período 1990-2008 se capturaron más de 800 ejemplares de I. geoffrensis en el río Orinoco para ser usados como cebo.
Aunque en menor medida, la llamada “carne de monte” ha sido ingerida por seres humanos desde tiempos precolombinos.
“Todavía hay poblaciones rurales e indígenas que persiguen y cazan a estos animales para consumo, a pesar de que en algunos casos son considerados como deidades por su mitología y costumbres culturales”, relató Antonio Machado, investigador de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y presidente de la Fundación para el Desarrollo de las Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales (Fudeci).
Las toninas del Orinoco y costera y la nutria neotropical se encuentran clasificadas por la Uicn, en la categoría de Vulnerable; mientras que el perro de agua se halla En Peligro y el manatí En Peligro Crítico.
Importancia del Habitad
Para la conservación de estos emblemáticos mamíferos acuáticos “también se contempla la calidad del hábitat, evitando transformaciones hidrológicas inadecuadas a través de la construcción de represas, diques o desvíos; así como la contaminación del agua por descargas tóxicas de origen humano, agrícola o industrial”, informó Machado, secretario general de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.
La visión global del plan de acción para la conservación de los mamíferos acuáticos de Venezuela: delfines de agua dulce, nutrias y manatíes 2017- 2027, es haber mantenido o incrementado los tamaños poblacionales de estos animales y haber reducido sus amenazas.
En ese escenario futurista, los diferentes actores estarán trabajando “de manera coordinada y cooperativa junto a las comunidades en formulación e implementación de las estrategias de conservación y manejo sustentable de estas especies”.
Fuente: Noticiero 52