Una nueva guía publicada por la FAO tiene como objetivo ayudar a los países a prevenir la propagación hacia nuevas zonas de plagas nocivas para los bosques.
«Debido al cambio climático, lugares antes inhóspitos ahora pueden albergar plagas «exóticas» transportadas por accidente a través del comercio internacional de productos de madera, semillas o plantas de vivero, así como en el comercio de otros productos embalados con materiales de madera», informó Eduardo Rojas-Briales, Subdirector General del Departamento Forestal de la FAO.
«La guía proporciona recomendaciones para reducir el riesgo de propagación de plagas y para aplicar estrategias eficaces de lucha contra las plagas en cada paso de la cadena de producción forestal», añadió.
Entre 1992 y 2008, el volumen de productos de madera que participaron en el comercio internacional aumentó un 125%.
Mientras tanto, todos los años los brotes de plagas de insectos dañan por lo menos 35 millones de hectáreas de bosques.
La agencia de la ONU presentó hoy su Guía para la aplicación de normas fitosanitarias en el sector forestal, en la segunda Semana Forestal para Asia y el Pacífico en Beijing.
Las temperaturas más cálidas plantean riesgos
Además de la globalización, el calentamiento del planeta también contribuye a la propagación de plagas forestales.
El aumento de las temperaturas del verano en general acelera la capacidad de reproducción de los insectos, y las temperaturas más cálidas del invierno incrementan sus probabilidades de sobrevivir los inviernos.
Por ejemplo, en el oeste del Canadá, años sucesivos de inviernos suaves han mejorado las tasas de supervivencia en el invierno del escarabajo descortezador del pino (Dendroctonus ponderosae). Las infestaciones en la Columbia Británica han cobrado proporciones epidémicas y causan una destrucción masiva de pinos, la plaga ha afectado a unos 17,5 millones de hectáreas y ha destruido unos 726 millones de metros cúbicos de madera desde comienzos del decenio de 1990, según el departamento provincial de bosques, tierras y explotación de los recursos naturales.
Las condiciones de sequía asociadas al aumento de las temperaturas también han debilitado los árboles e incrementado su vulnerabilidad a los escarabajos. Las temperaturas más cálidas han abierto de esta manera masas de pinos maduros a la plaga, antes inadecuadas por el clima.
Soluciones prácticas
Para hacer frente a estas amenazas es necesario actuar en varios frentes. Son importantes una atenta vigilancia, la gestión de los recursos forestales en todo el ciclo de crecimiento y mejores viveros, explotación y operaciones de transporte.
Dado el gran volumen de productos de madera que cruzan las fronteras nacionales, la aplicación de las normas fitosanitarias internacionales contribuye a garantizar la seguridad de la circulación de productos forestales de un país a otro sin dejar de apuntar a reducir al mínimo las restricciones sobre el comercio.
La guía de la FAO es obra de un grupo internacional de 100 científicos y expertos fitosanitarios de 46 países y está destinado a los responsables de elaborar las políticas, los encargados de la planificación, administradores y docentes, así como al personal del sector forestal que aplica las políticas sobre el terreno.
Está disponible actualmente en cuatro idiomas: chino, inglés, francés y ruso. La publicación de las versiones en español y árabe está prevista para el año próximo.
LA FAO y sus asociados ahora se ocupan de fortalecer la capacidad de los país para ejecutar la guía.
Fuente: www.fao.org