Los factores que tradicionalmente se considera que vuelven a un organismo más susceptible de padecer una infección son la edad, el sexo, la estación del año y el estado fisiológico. Sin embargo, una investigación mostró que un hospedador infectado con un agente infeccioso es más o menos susceptible de contraer otra infección diferente, dependiendo de los patógenos que intervengan.
El trabajo estuvo a cargo de un equipo integrado por Pablo Beldomenico, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Veterinarias y colegas de la University of Liverpool. Las conclusiones del proyecto del grupo de estudio de enfermedades de la vida silvestre (Wildlife Disease Group) fueron publicadas recientemente en la revista “Science”.
Según contó Beldomenico, lo novedoso del proyecto fue el estudio de muchos y diversos factores que influyen en el riesgo de infección de un animal. “Lo interesante es que cuando se investigan patógenos en cualquier especie, incluso humanos, suele hacerse foco en uno solo y olvidarse del resto, que en forma concurrente también infectan a los individuos de una población”, señaló el investigador.
Los parásitos propios de una especie pueden formar una verdadera red en la que interactúan. Las distintas influencias que ejercen entre sí afectan la dinámica y distribución de las enfermedades. “Si esto está pasando de un modo tan marcado en un hospedador silvestre -señaló Beldomenico-, hay que ver qué ocurre en las otras poblaciones”.
El factor “comunidad parasitaria”
Desde 2001, el grupo de trabajo (radicado en Inglaterra) se dedicó a estudiar los ratones de campo Microtus agrestis, muy comunes en Europa, dado que los ratones silvestres sirven como modelos para entender la dinámica de algunas enfermedades.
En total, estudiaron cerca de seis mil roedores, por lo que se obtuvieron datos de más de 14 mil capturas. Los animales fueron marcados individualmente y eran capturados y muestreados cada 4 semanas hasta su desaparición, permitiendo la elaboración de una detallada “historia clínica” de cada individuo estudiado.
Al procesar los datos, se concluyó que el factor que en mayor medida explica la variabilidad en el riesgo de infección con un parásito es la previa infección con otro. De acuerdo con estos resultados, las variables que en general se tienen en cuenta -del propio hospedador y el ambiente- no serían más importantes que la infección con otros componentes de la comunidad parasitaria.
Los investigadores destacaron el riesgo de error que puede conllevar el estudiar un único agente infeccioso de forma aislada y sin tener en cuenta las complejas interacciones que se dan dentro de la comunidad de parásitos. Concluido el trabajo con el que obtuvo su doctorado, Beldomenico retornó a la UNL, donde dirige el laboratorio de Ecología de enfermedades. En la actualidad, trabaja sobre poblaciones silvestres de varias especies, incluyendo roedores, como carpinchos y pequeños ratones silvestres del delta del Paraná. “No nos interesa tanto especializarnos en una especie o un grupo de especies, sino que la idea es estudiar fenómenos. Cuantos más sistemas investiguemos, mejor”, explicó.
Fuente: prensa@unl.edu.ar
Priscila Fernández – Comunicación científica UNL
Dirección de Comunicación
Universidad Nacional del Litoral
Foto: Blogcurioso