En una entrevista realizada en Australia, el investigador Mark Post, creador de la primera hamburguesa elaborada con carne cultivada en un laboratorio, considera que la carne in vitro podría provocar el fin de la ganadería tradicional por muchas razones, es más respetuosa con el medio ambiente, podrá satisfacer la creciente demanda de carne y facilitará la liberación de tierras de cultivo para producir alimentos para los seres humanos.
El investigador Mark Post, creador de la primera hamburguesa in vitro, ha hablado sobre el futuro de la carne de laboratorio en una entrevista realizada por Australian Broadcasting Corporation. El experto asegura que en 20 o 30 años se contará con una industria que se dedicará a la producción de este tipo de carne, siendo la mejor alternativa a la actual producción de carne. Argumenta que la carne in vitro podría provocar el fin de la ganadería tradicional por varias razones, considera que la ganadería tradicional no será capaz de satisfacer la creciente demanda de carne, los animales son muy ineficientes en la conversión de proteínas vegetales a proteínas animales, y además se pierden muchos recursos y alimentos que se podrían destinar al ser humano.
También argumenta que la ganadería tradicional es muy contaminante, siendo una de las principales causas de la liberación a la atmósfera de gases de efecto invernadero como el metano. Por estas y otras razones, considera que la única alternativa viable es la carne cultivada, y llega a la conclusión de que la carne in vitro podría provocar el fin de la ganadería tradicional tal y como la conocemos.
Hace casi un par de años se realizó la primera cata de una hamburguesa elaborada con carne cultivada en un laboratorio, recordemos que se trataba de un proyecto que pretendía mostrar la viabilidad de la producción de carne in vitro. Mark Post, investigador jefe responsable del trabajo y el resto del equipo formado por investigadores de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), desarrollaron la carne partiendo del cultivo de células madre del tejido muscular vacuno, células que crecieron con la ayuda de nutrientes y sustancias químicas.
Al cabo de tres semanas se había logrado generar más de un millón de células que formaban diminutas tiras de carne, de un centímetro de largo y unos pocos milímetros de ancho. El coste de producción alcanzó una cifra prohibitiva, nada menos que 240.000 euros, por lo que se convertía en la hamburguesa más cara de la historia. Quienes cataron la hamburguesa explicaban que carecía de sabor, su textura era similar a la de la carne pero más suave, el hecho de no tener grasa y otros aderezos la hacían bastante insípida aunque no desagradable. El investigador responsable de este proyecto explicaba que el siguiente reto era lograr reducir el coste de producción de esta carne además de otros obstáculos, aunque sabía que la viabilidad económica de la carne in vitro era el mayor desafío que se debería superar.
Carne de vacuno producida en un laboratorio
Según el investigador, se han logrado superar los primeros retos, la producción (a pesar de que su coste es prohibitivo) y la cata, aunque hay que decir que no terminó de convencer a quienes la probaron a pesar de que él declare que superó la prueba de sabor. Ahora asegura que actualmente ya es posible obtener un kilo de carne in vitro a un coste de 80 dólares australianos (unos 57 euros), y augura que dentro de un año será una alternativa, ya que su precio será competitivo, a la altura de la carne de vacuno tradicional. Da la impresión de que corre mucho, apenas hace dos años una simple hamburguesa costó 240.000 euros, es difícil creer que a día de hoy se pueda producir a 57 euros el kilo.
Mark Post ha explicado que a partir de una pequeña porción de músculo se pueden producir 10.000 kilos de carne, considera que la tecnología que hará realidad la producción de carne de laboratorio tendrá la capacidad de perturbar la industria de la carne de todo el mundo. La industria ganadera tiene mucho poder y es un motor económico muy importante en muchos países, por otro lado, la actitud de los consumidores no va a cambiar tan fácilmente para que acepten de buen grado este tipo de carne, aunque el investigador considera que la actitud puede cambiar. Ya puestos a hablar de proteínas más sostenibles y que además tengan un valor similar a las de la carne, habría que citar los insectos, su producción es más económica y también más respetuosa con el medio ambiente, además ya se está trabajando para introducirlos como alimento, aunque es verdad que se avanza muy lentamente.
Desde la presentación de la primera hamburguesa elaborada con carne de laboratorio Mark Post ha dado varias conferencias, ha participado en numerosas entrevistas y en todos los casos ha augurado un cambio en el modelo de producción de carne, recordemos sus palabras durante su participación en este chat en directo a través de Twitter. No ha dejado de asegurar que la carne in vitro es el futuro y con ella se podrá satisfacer parte de la creciente demanda alimentaria en las próximas décadas, y ahora también la apunta como una alternativa más respetuosa con el medio ambiente y con la posibilidad de liberar tierras y alimento vegetal para los seres humanos.
En definitiva, el investigador parece muy optimista y ve las cosas muy sencillas, pero la realidad es que hay muchas complicaciones, deberán pasar algunas décadas antes de que se logre instaurar una industria dedicada a comercializar carne de laboratorio, seguramente los insectos ganarán mucho antes la carrera. Podéis leer toda la entrevista a través de este artículo publicado en por Australian Broadcasting Corporation.
Fuente: Gastronomia y Cia