La superficie de tierras de Venezuela con restricciones de humedad supera los 40.000 Km2 y su localización, en su mayor parte están incluidas en los estados: Falcón, Lara, Zulia, Anzoátegui, Sucre y Nueva Esparta, cuyo territorio en conjunto representa aproximadamente el 97% de las tierras secas de nuestro país (Ferrer et al, 1986) y es en esa zona en donde se concentra la mayor población de pequeños rumiantes. En el caso particular de los ovinos, las zonas dedicadas a su explotación son fundamentalmente áreas marginales de los estados: Lara, Falcón, Zulia y Mérida, con pastos deficientes y escasos y los rebaños se mantienen en su mayoría bajo condiciones de pastoreo extensivo (Reverón, 1983; Bendicho, 1997).
La adaptabilidad de esta especie animal a zonas áridas, en donde su alimentación se limita muchas veces al consumo de pastos naturales de baja calidad (Bendicho, 1997), evidencia las enormes perspectivas económicas de su explotación (Pino et al, 1988), más aún si consideramos, que conjuntamente con la explotación de caprinos, representa prácticamente la única fuente de ingresos para miles de familias campesinas que habitan las zonas áridas y semiáridas de nuestro país (Pino et al, 1986), aunque actualmente además de las explotaciones tradicionales, se han desarrollado explotaciones mixtas tanto agrícolas como pecuarias en las cuales los ovinos han sido incorporados como producto de segundo orden y que permiten un mejor aprovechamiento de residuos de cosechas y malezas, así como menores costos de producción. (Bendicho, 1997)
Es conocido que uno de los factores limitantes de la producción ovina lo constituye el parasitismo, fundamentalmente el gastrointestinal, por consiguiente si se desea el desarrollo de la cría de esta especie en nuestro país es necesario realizar investigaciones que permitan la implementación de programas de control eficientes mediante la integración de criterios de tipo ecológico con los epidemiológicos (Pino et al, 1986), así como los de tipo genético orientados a la obtención de animales helminto resistentes (Morales et al, 2002).
Según Urquhart et al (1999), los factores que actúan como facilitadores del desarrollo de problemas de origen parasitario a nivel de granjas, son básicamente los siguientes:
a) Introducción a la explotación de animales infestados , sobre todo cuando su nivel de infestación es elevado , ya que al defecar contaminaran el pastizal con las formas de diseminación de los parásitos que albergan.
b) Incremento de la cantidad de larvas infestantes en el pastizal.
c) Introducción a la explotación de animales susceptibles.
d) Alteración de la susceptibilidad debido a situaciones de estrés como consecuencia de castraciones, vacunaciones ,traslado de animales y carencias alimentarias.
e) Madres en el periparto: en las hembras próximas a parir o recíen paridas se observa un fuerte incremento en el conteo de los huevos de estróngilos digestivos, lo cual se ha relacionado con perturbaciones del equilibrio hormonal ocurridas previo al parto. A la hormona prolactina se le ha asignado un rol particular al respecto, el cual conjuntamente con el desequilibrio nutricional incrementa la producción de hpg, sobre todo en ovejas con mas de un cordero al parto. Durante esta etapa estas ovejas tienen un enorme poder contaminador ambiental y constituyen una fuente de infestación de primer orden para los jóvenes corderos.
El objetivo de la presente revisión consiste en el análisis integral de resultados obtenidos con ovinos infestados bajo condiciones naturales con la intención de aportar conocimientos que mejoren las estrategias de control, basados en resultados de trabajos realizados por nuestro equipo , con animales infestados en condiciones naturales provenientes de sistema de explotación extensivos (Distrito Torres del Estado Lara y Pedregal en el Estado Falcón) o de una estación experimental. (Instituto de Producción Animal de la Facultad de Agronomía, U.C.V , Maracay)
Análisis epidemiológico de la estrongilosis digestiva en ovinos bajo condiciones de pastoreo
Las especies de nematodos encontradas en zonas áridas del estado Lara (Dtto. Torres) fueron: Trichostrongylus colubriformis, T. axei, Haemonchus contortus, Oesophagostomum columbianum, Cooperia curticei, Bunostomum trigonocephalum (Orden Strongylida), así como Trichuris globulosa, (Orden Trichurida), Skrjabinema ovis (Orden Oxyurida).
Existe evidencia que no existe relación entre la prevalencia y la frecuencia de las especies de nematodos gastrointestinales presentes en los ovinos. Sin embargo, es importante destacar que indudablemente al interior de una comunidad hay especies que además de tener alta prevalencia presentan también elevada frecuencia simultáneamente, como ocurrió con T. colubriformis. Esta relación prevalencia – frecuencia es de gran interés epidemiológico, ya que al diseñar programas de estrategias de control, no basta con determinar las especies parásitas presentes, sino que es también necesario conocer que fracción representa cada especie en el seno de la comunidad parasitaria a la cual pertenece, esto es factible de realizar mediante la necrópsia de animales trazadores, aunque su practicidad esta limitada por los costos que ocasiona. El bajo valor del coeficiente de agregación (K), significa que la disposición espacial de las cargas parasitarias de las diferentes especies de nematodos en el seno de la población de hospedadores es de tipo contagioso, lo cual se traduce en que al interior de los rebaños las mayores cargas se concentran en unos pocos individuos, cuyo tratamiento selectivo garantiza la remoción del sistema de la mayor cantidad de parásitos. (Morales, 1989; Morales et al, 1998)
Asociaciones Cualitativas-cuantitativas entre las diferentes especies de Estróngilos digestivos al interior de la infra-comunidad parasitaria.
Para la determinación de las asociaciones parasitarias se utilizo el índice de Fager (Morales y Pino, 1987), ya que nos interesaba conocer las especies que se presentan simultáneamente en un mismo hospedador, independientemente de la variación de sus abundancias y encontramos que es frecuente que un mismo animal albergue simultáneamente a T. colubriformis, T. axei, H. contortus y O. columbianum, ya que en todos los casos los valores del índice de afinidad resultaron estadísticamente significativos. (t > 1,645 P<0,05)
Además de las asociaciones cualitativas entre especies de nematodos establecidas en base a la presencia simultanea en un mismo hospedador, existe también entre varias especies una correlación significativa y positiva entre las cargas parasitarias de las diferentes especies (Morales y Pino, 2003), destacando por su importancia en los casos de Haemonchus contortus, Trichostrongylus axei, T. colubriformis y Oesophagostomum columbianum.
Estos resultados confirman que bajo condiciones de pastoreo los ovinos generalmente soportan infecciones parasitarias pluri-especificas, siendo frecuente la cohabitación de especies diferentes en un mismo órgano como ocurre con Trichostrongylus axei y Haemonchus contortus en el cuajo, observándose que a pesar de que estos animales se encuentren bajo las mismas condiciones, incluso dentro de un mismo potrero, algunos ovinos tendrán cargas parasitarias que están por encima del promedio general, mientras que otros soportaran cargas leves ó moderadas y el resto resultaran negativos (Morales, 1989; Morales et al , 1986), lo cual es indicativo de la predisposición de algunos individuos para infectarse con mayores cargas de parásitos bajo las mismas condiciones de exposición (Mandonnet, 1995). Las infestaciones pluri-especificas parecen estar relacionadas al hecho de que la infestación por una especie parásita actúa como factor predisponente a la infestación con otras especies al contribuir con el agotamiento de los mecanismos de respuesta inmunológica y por consiguiente de la capacidad del hospedador para protegerse de la infestación por otras especies (Garnhan, 1982), esto esta en concordancia con lo planteado por Poulin (1998), para quien los individuos parasitados se comportan como imanes que atraen a otras especies parásitas en cantidades mas elevadas que las adquiridas por los individuos no infectados, sobre todo cuando estas infestaciones son adquiridas en etapas juveniles.
Niveles de infestación parasitaria en ovinos de reemplazo bajo condiciones de pastoreo (Morales et al, 2002)
La distribución de frecuencias de los recuentos de hpg en 81 muestras de heces permitió constatar que el porcentaje de corderos con niveles de infestación alta fue del 7,39%, mientras que al nivel de infestación leve le correspondió un 29,6% y los negativos representaron el 62,96% (Cuadro VI). En el caso de las borregas los resultados negativos o con niveles de infestación leve representaron un 88,62% y a los niveles de infestación alta tan solo le correspondió un 8,23% (Cuadro VII), lo cual indica que tanto en los machos como en las hembras, los casos de infestación alta se concentran en una pequeña fracción de la población expuesta. (Morales et al,1998; Morales et al, 2002)
Se encontró además la existencia de correlación significativa y positiva, tanto en el caso de los corderos como en el de las borregas entre el porcentaje de animales con infestación alta y el recuento del Hpg (rho = 0,85 P<0,03). La distribución de frecuencias de los niveles de infestación, indica que el porcentaje de animales con infestación alta fue siempre muy bajo, lo cual es característico de las estrongilosis digestivas (Morales, 1989), por otra parte, el hecho de que la producción de los hpg se incrementa cuando aumenta el porcentaje de ovinos con infestación alta, destaca la importancia de la fracción de acumuladores de parásitos al interior del rebaño, por ser esta fracción de animales la que garantiza la mayor contaminación del pastizal e incrementa el riesgo de infestación para el resto del rebaño (Barger,1985; Morales et al, 1998), por consiguiente, el tratamiento selectivo de dicha fracción garantiza la remoción de las mayores cargas parasitarias del sistema hospedador – parásito y por ende de una drástica reducción de la contaminación del pastizal (Morales et al, 1998), lo que en términos prácticos significa reducción en los costos de producción al disminuir los gastos por uso de antihelmínticos e impedir la aparición de cepas de parásitos quimioresistentes, debido a que este fenómeno tiene entre sus causales a los tratamientos masivos y frecuentes. (Coles y Roush, 1992)
Relación entre los parámetros hematológicos y el nivel de infestación parasitaria en ovinos de reemplazo. (Morales et al, 2002)
El nivel de infestación parasitaria ejerce un efecto negativo sobre el valor hematocrito, el cual resulto superior en aquellos animales que resultaron negativos a la infestación por estróngilos digestivos y aunque en el caso de la hemoglobina, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas, nuevamente los valores más bajos se observaron en los casos de infestaciones elevadas
Para las borregas, los resultados fueron mucho mas evidentes ya que tanto el valor hematocrito como el de la concentración de hemoglobina fueron fuertemente afectados por el nivel de infestación parasitaria, observándose para ambos parámetros hematológicos los valores mas bajos con diferencias estadísticamente significativas con respecto a los negativos y con infestaciones leves o moderadas (Cuadro IX), este tipo de hallazgo, es decir la existencia de correlación negativa entre los niveles de infestación parasitaria y parámetros hematológicos como el valor hematocrito, ha sido reportado por diversos autores (Mandonnet, 1995; Sandoval et al, 1998; Morales et al, 2001), constituyendo su medición un buen indicador de la presencia de parásitos hematófagos, como lo demuestra el hecho de que la anemia es una manifestación clínica frecuente de la infestación por Haemonchus contortus (Luffau et al, 1981). La presencia de H. contortus y O.columbianum, ambas especies hematófagas (Morales et al , 2002), han sido reportadas en la sección de ovinos (IPA-FAGRO-UCV) en donde se realizó la investigación.
Estructura y composición de la fauna de nematodos parásitos de los ovinos de zonas áridas del Distrito Torres en el Estado Lara (Venezuela)
Ademas, observamos las diferentes especies de nematodos parásitos en el curso del año, así como la variación de sus abundancias y de los índices ecológicos de la comunidad parasitaria, pudiéndose constatar que tanto los valores de Ish y de la equitabilidad fueron bajos durante todo el año, lo cual fue debido a que la especie T. colubriformis resultó la especie más abundante durante todo el año, ya que representó por si sola el 58,40% del total de la comunidad y conjuntamente con su especie congenérica T. axei el 89,28%.
Mientras que el resto de los nematodos, constituido por las seis especies restantes alcanzo tan solo un 10,72% del total de la comunidad, esa clara dominancia del genero Trichostrongylus, se refleja claramente en los bajos valores de la equitabilidad indicando una desigual repartición de las abundancias de las diferentes especies al interior de lacomunidad parasitaria .
Mediante necropsias parasitarias de 72 ovinos procedentes de zonas áridas del Estado Falcón (Venezuela), se determinó la diversidad específica mediante el índice de Bulla, la cual fue de 1,78 especies, mientras que el índice de equitabilidad fue de 0.255, evidenciándose al igual que en los ovinos provenientes de zonas áridas del Estado Lara, una baja diversidad especifica y una desigual repartición numérica de las especies parásitas en el seno de la infracomunidad parasitaria ( Morales et al , 2001)
La diversidad especifica es una medida de la composición en especies de una comunidad, en relación con la riqueza específica (S) y la equirepartición (E): Cuando una comunidad esta compuesta por muy pocas especies o cuando solo pocas especies son abundantes, la diversidad especifica es baja, tal como se observó en estos resultados , lo cual es frecuente en las infracomunidades de parásitos y mas aún cuando la condiciones ambientales son severas como lo son indudablemente en las zonas áridas, en las cuales las formas de diseminación (Huevos) y larvas infectantes deben ser capaces de resistir las condiciones adversas extremas, lo cual ayuda a comprender el porque de la dominancia numérica de Haemonchus contortus y de las especies congenericas Trychostrongylus colubriformis y T. axei. (Hendricks, 1983; Pino et al, 1998; Morales y Pino, 1987)
El control de las parasitosis bajo un concepto holistico
Mejorar la resistencia del hospedador , tanto la innata como la adquirida , genética y no genética , mediante la nutrición y la inmuno-estimulación.
Mejorar la gestión del control parasitario : realizar análisis coproscopicos cuantitativos , evaluación del riesgo de las diferentes clases de animales al interior del rebaño, evaluar los niveles de infestación de los animales a potrero, tener un adecuado conocimiento local de la relación hospedador -parásito.
Control biológico y ambiental : evitar que los animales tengan acceso a áreas de alto riesgo, optimizar la respuesta inmune mediante una adecuada nutrición que incluya leguminosas (taninos) , así como el uso de hongos depredadores de larvas de nematodos.
Uso selectivo de los antihelmínticos: la desparasitación selectiva de la fracción de acumuladores de parásitos al interior del rebaño, reduce la presión de selección de cepas quimioresistentes.
Evaluar periódicamente la eficacia de los antihelmínticos en uso y mejorar los métodos para evaluar la resistencia antihelmíntica.
Usar animales no sensibles a las especies parásitas para remover las larvas del pastizal, como en el pastoreo alterno ( por ejemplo Bovino – Ovino) rotativo , en el cual se combina el uso de especies de hospedadores diferentes y resistentes a la infestación con las larvas presentes en el potrero al momento de ser introducidos, con periodos de descanso de los potreros.
Uso del conocimiento del fenómeno del refugio en programas de gestión del control parasitario , para garantizar la presencia de larvas infestantes de cepas sensibles en los potreros
En zonas en donde se conozca la existencia de cepas de parásitos quimioresistentes, evaluar la posibilidad de introducir cepas sensibles de las especies identificadas como AR..
Aspectos higiénicos : separar los hospedadores de las excretas
Fuente: Engormix