Se está empezando a poner ya en voluntarios sanos en Estados Unidos, pero los resultados sobre la inmunidad que genera en animales se están publicando ahora. La primera vacuna contra el ébola que ha empezado a evaluarse en humanos ya cuenta con datos esperanzadores en macacos en los que se ha visto que genera una protección frente al virus a corto y largo plazo.
Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), un departamento del Instituto Nacional de Salud (NIH) adelantaba hace una semana que desde este centro se iba a iniciar los ensayos en humanos de una vacuna frente al ébola. Las pruebas empezaron hace unos días en 20 voluntarios sanos de 18 a 50 años. Se trata de conocer si la vacuna es segura en humanos y si genera algún tipo de respuesta inmunológica.
Simultáneamente, la revista Nature Medicine acaba de publicar los resultados que la vacuna, denominada NIAID/GSK, ha logrado en chimpancés. Este solapamiento de pruebas, en humanos y animales, pocas veces se produce ya que antes de probar un producto en personas se constata su efecto en numerosos ensayos clínicos en animales. Pero, debido a la dramática situación que se vive en África Occidental, donde se ha producido más de 1.900 muertes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades sanitarias de EEUU y otros países han dado su visto bueno para empezar a probarla en personas sanas. De esta manera, se acelerará el protocolo científicico que, por lo general, tarda años y que ahora costará unos meses.
La vacuna NIAID/GSK está basada en un adenovirus de chimpancés que se utiliza como un taxi para transportar segmentos de material genético derivados de dos cepas del ébola: la de Zaire (responsable del actual brote) y la de Sudán. La vacuna libera una parte del material genético del ébola en el organismo humano pero el virus no es capaz de replicarse, lo que la hace más segura. Por su parte, el gen del ébola que introduce en las células de los receptores de la vacuna sólo produce una proteína del virus que, por un lado, no genera ningún riesgo en el hombre y, por otro, da pie a una respuesta inmunológica individual.
«El problema que hay al usar adenovirus es que mucha gente tiene anticuerpos frente a ellos y estas defensas terminarían bloqueando la acción de la vacuna. Lo que ha hecho este grupo es utilizar un adenovirus de chimpancés, con el que las personas no han tenido contacto, para generar una protección sin que sean eliminados por los anticuerpos», explica Mikel Martínez, microbiólogo del Hospital Clínic de Barcelona y experto en el virus del ébola.
El trabajo que ahora se publica y que ha dirigido por la investigadora Nancy Sullivan del NIAID ha evaluado la eficacia de diferentes tipos de vacunas en macacos cangrejeros (cynomolgus), todas ellas basadas en adenovirus de chimpancés. Lo que han comprobado es que una de ellas, clasificada con las siglas ChAd3 genera una inmunidad a corto plazo. Pero cuando se administra una dosis de recuerdo con otra, basada en ChAd3 pero reforzada con el virus modificado de Ankara (mva), ofrece una protección uniforme a lo largo de 10 meses y genera una cantidad de CD8 (células defensivas) cinco veces superior que otros tipos de vacuna en los monos que fueron expuestos al ébola.
«Hemos demostrado por primera vez que pueden lograrse tanto una inmunidad aguda como una prolongada frente al virus del ébola utilizando una única inoculación (protección parcial) o un régimen con una dosis de recuerdo (protección uniforme). Esta vacuna será beneficiosa para poblaciones en riesgo agudo durante un brote natural o de otro tipo», afirman los autores en el estudio.
Para Martínez, «el principal logro es la protección que genera la vacuna frente al ébola que se logra en los primates 10 meses después de la primera dosis. Pero hay que tener en cuenta que se necesitan dos dosis (la protección con una no es duradera) y que son dos dosis de vacunas diferentes (dos dosis de la misma vacuna no protegen bien). Esto puede suponer un problema a la hora de producir una vacuna. También se ven diferencias en cuanto a la protección utilizando diferente cantidad de virus en la vacuna».
Los resultados amplían la esperanza de lograr un arma preventiva frente al ébola, algo en lo que ya confiaban estos investigadores y las autoridades sanitarias de EEUU que han aprobado el ensayo que ya está en marcha con 20 voluntarios sanos y otro posterior que comenzará en octubre, con otros 20 participantes, para probar la versión monovalente de esta vacuna (para la especie Zaire).
Para tener controlada la seguridad de los participantes, los tres primeros voluntarios que sean vacunados serán seguidos estrechamente durante tres días antes de seguir vacunando al resto de los voluntarios. Todos ellos serán evaluados por un equipo médico nueve veces durante un periodo de 48 semanas, según informan los NIH en un comunicado.
En paralelo con este ensayo, los NIH han establecido una colaboración con un consorcio del Reino Unido, en el que están el Wellcome Trust, el Consejo de Investigación Médica y el Departamento para el Desarrollo Internacional para probar la vacuna monovalente NIAID/GSK, en el que probarán este producto en 60 voluntarios sanos de la Universidad de Oxford y en 40 de Mali. También está previsto probar la vacuna en 40 personas de Gambia después de que den su visto bueno las autoridades sanitarias del país.
Además, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU han iniciado ya discusiones con el Ministerio de Salud de Nigeria sobre los protocolos a seguir para dirigir un estudio de seguridad en fase I de la vacuna entre adultos sanos del país.
Dos candidatas más
La NIAID/GSK es una de las tres vacunas cuyos productores han manifestado estar listos para iniciar ensayos en humanos. Otra que se encuentra a punto de empezar las pruebas en voluntarios sanos, que ha sido elaborada por la Agencia de Salud Pública de Canadá cuya licencia se ha otorgado a la empresa NewLink Genetics Corporation, ha recibido la aprobación de la agencia estadounidense del medicamento, FDA, para ser probada en 40 personas dentro de un ensayo en fase I.
NewLink Genetics está trabajando con el Departamento de Defensa de EEUU y con el Instituto de Investigación Walter Reed de la Armada para iniciar este ensayo. Esta vacuna, denominada rVSV, ha sido ampliamente estudiada en animales con resultados muy prometedores.
«Es un candidato muy interesante y llevan muchos estudios realizados, en torno a un centenar, que demuestran que protege a animales antes y después de haber sido contagiados por el ébola», explica Mikel Martínez. «El problema que tiene es que utilizan virus que sí se replican en el receptor, lo que genera una limitación. Las pocas personas que ha estado expuestas a esos virus, que afectan principalmente a animales, ha desarrollado un cuadro gripal. No obstante, esta vacuna se probó en 2009 en una trabajadora de un laboratorio que accidentalmente se pinchó con una aguja contaminada por ébola. La chica no enfermó. Pero es un caso aislado y no sirve para extraer conclusiones», afirma.
Por su parte, Charles Link, director y jefe científico de NewLink Genetics, señalaba recientemente en un comunicado que están preparando «estudios en fase I en América del Norte, Europa y África y recientemente hemos firmado acuerdos con otros fabricantes para ampliar la producción de la vacuna». De hecho, tras el acuerdo con un laboratorio alemán, se produjeron 1.500 dosis que fueron compradas por el Gobierno de Canadá que a su vez ofreció entre 800 y 1.000 dosis a la OMS como ayuda para controlar el brote en África de cuyo uso no hay constancia.
Por último, un tercer candidato a vacuna es la de Johnson & Johnson que ha acelerado el desarrollo de un producto contra el ébola consistente en dos componentes de vacuna uno de esta compañía y otro de una empresa danesa biotecnológica llamada Bavarian Nordic. El producto será probado a principios de 2015 en humanos, según ha anunciado Johnson & Johnson y está previsto un ensayo clínico para 2016.
Fuente: El Mundo