Más de 22 años de trayectoria profesional, mucha determinación, tenacidad y constancia describen parte de la personalidad de esta profesional de la Medicina Veterinaria que hoy por hoy disfruta muy feliz y complacida junto a sus seres queridos una vida plena y sin remordimientos. En esta ocasión nos honra presentar una breve reseña de esta carismática mujer.
Lipzi Dommar Vivas nació el 19 de junio en la ciudad de Caracas. Es la quinta de siete hermanos y es hija de Darío Dommar y de Neyer Vivas de Dommar. En el transcurso de su infancia vivió momentos muy felices junto a sus padres y hermanos, quienes hicieron de su hogar un lugar acogedor, pleno y muy unido. De su infancia, nos comentó, recuerda todo lo lindo “siempre viviendo en casas en la parte Este de la ciudad, sin más preocupaciones que estudiar… (risas). Anhelo de esa época la inocencia y la sencillez de una niñez feliz”. Manifestó Dommar, al tiempo que destacó el esfuerzo de sus padres de levantar un hogar de siete hijos bajo pilares fuertes que hoy son valores de vida “En mi casa nos enseñaron a ser muy independientes, sin perder el rumbo. La responsabilidad, el valor de tener familia y el querer ser mejores cada día siendo ejemplo, son los valores mas preciados que nos inculcaron desde niños a mi y a mis hermanos”. Afirmó.
Según nos comentó durante la entrevista, la Dra. Lipzi, durante su niñez también era conocida como la “tarabita del molino”, ese era uno de los apodos que le colocó su padre, para describir de una manera muy explicita parte de su personalidad. “De mí, mi papá decía que era como tener otro dolor de cabeza, porque era muy tremenda para ser hembra, por eso me decía “tarabita del molino” (risas) porque siempre andaba saltando y buscando donde encaramarme o con quien competir. Desde muy pequeña he sido competitiva, a veces es una virtud y otra veces defecto”. Comentó. Es de resaltar que la profesional de la Medicina Veterinaria es la quinta de siete hijos entre ellos cinco varones y una hembra.
Desde muy niña, fue amante de la naturaleza y los animales. Sus padres por lo general siempre tenían animales en casa, así que se acostumbró no sólo a verlos y quererlos sino también a estudiarlos. “Desde que tengo memoria, no solo me gustaban los animales de niña, sino también, la Medicina Veterinaria, ya que siempre estaba pendiente de todo lo relacionado con su salud.” Prosiguió, relatando una de sus memorables anécdotas en sus pequeños inicios como Médico Veterinario “recuerdo que me conseguí un conejo recién nacido en el monte y dándole leche con un algodón, mi mamá lo ahogó, y cuando llegué, ella me dijo que se había muerto por lo pequeño, y yo de inmediato lo abrí (le hice la necropsia) a ver de qué se había muerto… En mi análisis le encontré la leche en los pulmones, y pues la acusé de asesina, (risas)”.
Indudablemente, la profesión veterinaria corría por sus venas desde temprana edad. Y como nos comentó, siempre tuvo la certeza y la determinación de prepararse sin titubeos en esta apasionante profesión que la llevó al éxito tras muchos años de esfuerzo y constancia en el campo laboral. “No tengo memoria de querer ser otra cosa que no fuera “Veterinaria”… Amo a los animales, perros, pájaros, culebras, leones, tigres, ratoncitos: ¡TODOS!. El haber sido lo que siempre quise ser, me hace sentir inmensamente feliz y satisfecha«. Puntualizó.
– Si pudiera describirse en la actualidad… ¿cómo se definiría?
(Risas)… antes se me hacia mas fácil describirme, ahora creo que soy una persona Feliz, y conforme con todas las metas que alcancé.
– ¿Qué la hace sonreír?
Yo creo que todo, los niños, los perros, la naturaleza, me encantan los atardeceres, en realidad todo, hasta los problemas, esos me dan rabia, pero cuando se resuelven, sonrió recordando como pude estar tan brava si todo tiene solución.
– ¿Su felicidad se traduce en…?
Saber que la gente que quiero está bien, ya sea luchando por lo que quiere, o disfrutando de lo que ya ha obtenido.
– ¿Qué es lo que no soporta?
La impuntualidad, he aprendido a ser tolerante, pero me incomoda mucho que digan a una hora y no tomen previsiones para llegar a la hora acordada, creo que el tiempo de la gente es importante y si se queda a una hora, se debe cumplir. Pero el venezolano no es así, por eso aprendí a ser tolerante… (risas).
– ¿Qué le gusta hacer en sus tiempos libres?
Toda mi vida me gustaron los deportes, participar en ellos, y la televisión, así que ahora pues no hago deporte, pero si veo mucha televisión, (risas)…pero lo que realmente disfruto es que puedo viajar y conocer el mundo antiguo, esas maravillas que tenemos y que no todos tienen el privilegio de ver, como Petra, Las Pirámides de Egipto, Machupichu, nuestro Salto Angel… Ah, es mucho lo que hay por conocer.
-Una anécdota en su etapa universitaria que quiera compartir…
(Risas)… no lo puedo decir, (risas)…mi profe y ahora amigo, Germán Campo, tendrá muchas de mi, (risas)… bueno a él en cierta forma le debo el ser Veterinaria, ya que me había retirado en el 6to semestre por el nacimiento de mi hijo, y bueno él me mandó a llamar para que regresara, y como yo no quería seguir dependiendo de nadie, pues solicité una “bolsa de trabajo” y Germán me puso de mensajera y hacer la hemeroteca en el departamento de Comisiones que él supervisaba, y fue una gran experiencia, gozaba, llevando la correspondencia… Así conocí a la mayoría de los profesores y secretarias de toda la facultad y pues, recuerdo ese “trabajo” con mucho cariño.
– ¿Dónde vive ahora?
Vivo en Caracas en el municipio El Hatillo, esto es como vivir en otro país, aun es muy sano.
– ¿Algún pensamiento ó frase que emplee en su cotidianidad?…
Bueno no tengo una frase como tal, siempre le digo a mis sobrinos y a los hijos de mis amigo(a)s, “trácense metas” escriban la forma en que pueden lograrlas y luchen por ellas sin hacerle daño a nadie, “solo con su propio esfuerzo, la ayuda de su familia y compañeros, se puede llegar a la cima”.
Formación Profesional
En 1990 Dommar recibió su titulo como Médico Veterinario en la Mención Sanidad Animal, egresada de la Universidad Central de Venezuela. Posteriormente realizó una especialización en Publicidad y Mercadeo en la Universidad Santa María para luego culminar con una Maestría en Publicidad y Mercadeo en la misma casa de estudios. Se preparó académicamente en esta área porque en el año 1991 comenzó su experiencia laboral en el área de Promoción y Ventas, donde se desarrolló integralmente como profesional en la parte comercial y técnica de laboratorios fabricantes de medicinas dirigidas al sector de la Salud Animal.
En 1991, incursionó en su área de especialización, promocionando el uso del “Bicarbonato” en el ganado de leche para prevenir la Acidosis Metabólica y en aves, para el estrés calórico en la empresa Bicarbon. Es entonces para el año 1993, que es contratada por Laboratorios Andrómaco para crear una línea de productos veterinarios. Para aquel momento, Dommar tuvo que seleccionar los productos que debían comercializarse, registrarlos y crear el Departamento de Veterinaria, por lo que tuvo que aprender todo lo que supone la formación y dirección de un departamento entero incluyendo la parte legal de registro de marcas y patentes.
A medida que transcurría el tiempo, su desarrollo profesional iba en ascenso. Es en 1996 cuando le ofrecen en Calox International reconocido laboratorio fabricante de medicamentos de uso humano y veterinario, el cargo de Gerente de Productos y tiene bajo su responsabilidad, diseñar todos los planes mercadológicos y estratégicos para el crecimiento y lanzamiento de la línea Veterinaria. “Mi contribución en esta área fue consolidar la línea de salud animal que ya existía en el mercado de animales de producción y crear otra completamente nueva y novedosa en el mercado de mascotas, ocupando en este momento con solo 5 años desde su lanzamiento el primer lugar en el mercado veterinario, segmento animales de compañía”. Comentó.
Igualmente desde al año 1998 fue la Asesor Técnico del laboratorio supervisando todo lo referente a registros de productos veterinario así como también la representante de Calox International ante las autoridades gubernamentales y gremiales.
Durante muchos años se destacó en la gerencia de ventas y mercadeo de este reconocido laboratorio. Para el año 2008 se retiró y pasó a ocupar la posición de asesor externo, lo cual viene haciendo exitosamente hasta ahora. “Hoy en día tengo mi propia compañía de asesoría y registro de productos y me siento muy satisfecha por todo lo que he logrado”. Expresó.
– ¿Cómo definiría su trayectoria profesional?
Vaya, pues gracias a Dios, logré todo lo que me propuse, empecé como promotora y termine siendo Gerente de Mercadeo de un laboratorio importante. Estoy muy complacida del camino recorrido.
– ¿Cuántos años tiene ejerciendo la profesión?
Serian 22 años ejerciendo como veterinaria, nunca me salí del área, eso me hace sentir inmensamente satisfecha, ya que fue la profesión que siempre quise tener. Pero trabajando en el área veterinaria tendré toda mi vida, exagerando un poco, ya que desde que tengo memoria, me iba a las clínicas veterinarias de mascotas a ayudar y aprender, pues siempre fueron mi pasión los perros.
– ¿Cuál considera es su mayor aporte profesional dirigido en pro de la salud animal?
Considero que el médico veterinario tiene una gran responsabilidad en el desarrollo de un país, tanto en el área productiva (el agro) como en la parte comercial ya sea la industria alimentaria, investigación o la industria de productos veterinarios. Mi aporte fue tanto en la parte del agro como en la parte comercial.
– ¿Qué satisfacciones le ha dejado esta carrera?
Muchas… en cada área que he trabajado me he sentido útil a mi país, a mi gente y a mi misma. Mi mayor satisfacción fue crear la línea de Mascotas de Calox y ver que sigue siendo exitosa.
– ¿Cómo evalúa la situación de la salud animal en Venezuela?
Creo que no se han desarrollado políticas sólidas sobre el desarrollo del agro, pilar fundamental en todo lo que es la producción de alimentos de origen animal de un país, aquí hubo épocas en que se establecieron parámetros de calidad para cada renglón del área, creo que ahora no se cumplen cabalmente, pero siempre tenemos esperanza de que algún día, se entienda que el establecimiento de esas políticas son necesarias para el crecimiento del área para ser mas productivos y por lo tanto tener mejor calidad de alimentos y de vida.
– ¿Un buen recuerdo en el área profesional?
Tengo muchos, pero hay dos que se me hacen inolvidables, cuando mi hijo de 5 años que andaba conmigo visitando fincas, un día palpando vacas (diagnosticando preñez) entre un rebaño y otro me dijo -“mami, yo ya sé como monta el perro a la perra, el gallo a la gallina, el caballo a la yegua, el toro a la vaca, y como monta el hombre a la mujer”. (Risas)… ¡esto lo dijo delante de todos los obreros que estaban conmigo ahí en la finca, casi me muero!. Otra anécdota, fue la primera finca que tuve a mi cargo, y cuando llegue con todos mis “macundales” hacer la visita, el encargado le dijo a uno de los obreros que estaba con él, “que no crea esta muchachita que va a venir a enseñarnos y de mandoncita, con su titulito de doctora” (Risas)…yo pues me puse como reto ganarme el respeto de ellos y que no me vieran como la muchachita doctorcita, sino como la profesional que estaba ahí para aportar, orientarlos y hacerlos mas productivos, y no para “mandarlos” (Risas).
– ¿Cuál considera es la importancia de esta profesión en nuestros días?
El Médico Veterinario es fundamental y necesario para el óptimo desarrollo de un país. Nuestra profesión está relacionada directamente con la salud pública, con todo lo que es alimento de origen animal, salud animal e investigaciones. Nosotros somos Médicos, administradores, supervisores, asesores, de todo un poco, creo que esta profesión no es valorada como lo que realmente es, pero ahí estamos luchando por un mejor país.
Lcda. Mariela Delgado G.