Los antibióticos se han convertido en algo “indispensable” en todo el mundo, en relación a la cría intensiva de animales para consumo humano. Algo que desde hace tiempo no se realiza únicamente por motivos médicos, sino que también con el fin de estimular el crecimiento de los animales.
El ingeniero agrícola Edmun Hafebeck cuenta al respecto: “A partir del año 2006 se prohibieron los antibióticos como estimuladores del crecimiento, ya que después de 20 años de uso y abuso se constató que no todo eran buenos resultados. Lo que sucedió posteriormente, por sorprendente que parezca, fue que se triplicó su uso en la ganadería intensiva, ya que ningún animal puede llegar a su peso final sin el uso de antibióticos, y esto lo sabe cualquier experto”.
El uso desenfrenado de antibióticos en la cría intensiva de animales es un problema peligroso que no deberíamos menospreciar, pues las bacterias del cuerpo humano terminan volviéndose inmunes a los mismos.
De hecho nadie habla de cuántas muertes se producen anualmente debido a los gérmenes multiresistentes, un enorme problema originado en la ganadería intensiva y sobre el que los políticos evitan pronunciarse, quizás porque la industria farmacéutica genera incontables beneficios o porque detrás de ella existe un gran lobby. Sin embargo las medidas a tomar están claras: o en un breve espacio de tiempo actúan los políticos o nos resultará imposible superar este problema.
Como es de suponer los ganaderos y la industria cárnica consideran que esta preocupación es exagerada, afirmando que su única intención es evitar que los animales enfermen. Estando la decisión en cualquiera de los casos siempre en manos de un veterinario, que como es de suponer tiene su propio criterio. Por ejemplo si un veterinario visita una granja y comprueba que un animal de entre 40.000, parece enfermo, la mayoría de las veces firma una receta con la que se les podrán dispensar antibióticos, aunque no sólo el animal en cuestión los tomará, sino que todos los que beban de los abrevaderos estarán medicados, lo necesiten o no.
Para hacernos una idea de cuan descontrolado y extendido está el uso de antibióticos y medicamentos en la cría intensiva de animales para consumo humano, recurrimos al siguiente dato: Tan sólo en Alemania se utilizan 17.000 toneladas anuales en medicina veterinaria, cuando en la medicina humana se usan 16.000
Fuente: Teleprensa