La formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos puede ayudar a la lucha frente a patógenos. Un equipo científico de la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich liderado por el Profesor Bernd Engelmann acaba de demostrar que los procesos de coagulación sanguínea y defensa antimicrobiana están emparejados funcionalmente, y que los neutrófilos son un importante nexo de unión entre ellos.
Durante las infecciones sistémicas, los neutrófilos inducen la formación de coágulos benignos en los vasos sanguíneos pequeños, lo que inhibe la diseminación de patógenos. Sin embargo, cuando la formación de coágulos se produce de forma errónea, sin patógenos y en los vasos grandes, es cuando hay riesgo de ataque cardiaco o colapso. Estos hallazgos proporcionan nuevas maneras de prevenirlos. En palabras del Prof. Engelmann:
“Los neutrófilos producen factores antimicrobianos, pero también juegan un importante papel en la coagulación sanguínea. El organismo reacciona a los patógenos induciendo inflamación en el lugar de infección y, como parte de la reacción, pueden formarse coágulos en la hemolinfa que baña tejidos y células atrapando a las células invasoras de forma efectiva y previniendo el establecimiento de la infección sistémica»
Este estudio abre nuevas posibilidades terapéuticas en la lucha frente a infecciones en todos los mamíferos y en el ser humano. El mismo mecanismo molecular supone la formación de ambas formas de trombosis, fisiológica y patológica y pueden apuntar a nuevos objetivos de tratamiento de los últimos.
Fuente: www.portalveterinaria.com
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