La importancia de la vitamina E para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario en los cerdos, especialmente en los lechones al destete, se conoce bien. El a-tocoferil acetato es comúnmente utilizado como fuente de vitamina E en alimentos para el ganado porcino, debido a su alta actividad. Sin embargo, no se sabe bien que el a-tocoferol esta formado por varios estereoisómeros y no todos ellos tienen la misma biodisponibilidad.
La fuente natural de vitamina E, el RRR-a-tocoferol (anteriormente denominada d-a-tocoferol), proviene sólo de aceites vegetales y existe únicamente en forma de RRR-isómero. La vitamina E sintética, mezcla racémica-a-tocoferol (anteriormente denominada dl-a-tocoferol), está formada por cantidades iguales de ocho isómeros, es decir por un 12,5% de cada uno de los estereoisómeros: RRR-, SRR-, RRS-, RSS-, RSR-, SSR-, RSS- y SSS-a-tocoferol. En general, las formas 2R (RRR, RRS, RSR, RSS, es decir la configuración R en la posición 2 de la cadena) son biodisponibles y las formas 2S (SSS-, SRS-, SSR-, SRR-, es decir la configuración S en la posición 2 de la cadena) son básicamente no biodisponibles, ni para humanos ni para animales. En el cerdo, el isómero natural RRR tiene mayor biodisponibilidad que los isómeros 2R sintéticos (RRS, RSR y RSS).
Surgió la idea de que la parte racémica del a-tocoferol sintético se identificaba como exógena y, por lo tanto, se degradada, mientras que el a-tocoferol natural era retenido en el cuerpo (Brigelius-Flohé et al., 2002). La degradación de la mezcla racémica-a-tocoferol es 3-4 veces mayor que la del RRR-a-tocoferol, lo cual explica entre otras cosas por qué la vitamina E natural tiene mayor biodisponibilidad que la vitamina E sintética.
La distribución de los estereoisómeros
Recientes estudios en cerdos han demostrado que el estereoisómero RRR-a-tocoferol es la forma preferida para ser transferida del pienso al plasma, la leche y los tejidos. Cuando la mezcla racémica-a-tocoferil acetato se añadió al pienso, el estereoisómero RRR-a-tocoferol contribuyó en más del 30% al a-tocoferol total que se encontró en los fetos, la leche y el plasma de cerdas (Jensen y Lauridsen; 2003, 2007) al igual que ocurrió en el plasma y los macrófagos alveolares de lechones (Lauridsen y Jensen; 2005, 2006ª, b) (tabla 1).
La actividad de la vitamina E
La evaluación inicial de la actividad de la vitamina E se remonta al estudio llevado a cabo por Harris y Ludwing en 1949, para el que utilizaron el bioensayo de reabsorción fetal en la rata. Estudiaron el 2-ambo-a-tocoferol y el tocoferil acetato (el primer producto sintético de vitamina E, denominado dl-a-tocoferol). Es una mezcla sintética de RRR y SRR-a-tocoferol enriquecida con RRR-a-tocoferol (Hoffmann-Ostenhof, 1974). Basándose en un valor asignado de 1 UI/mg para el 2-ambo-a-tocoferil acetato (mencionado como dl-a-tocoferil acetato), atribuyeron un valor de 1,36 UI/mg al RRR-a-tocoferil acetato (mencionado como d-a-tocoferil acetato). Estos valores se incluyeron en el National Formulary en 1955, usando 1 UI/mg mezcla racémica-a-tocoferil acetato como el estándar para medir la actividad de la vitamina E.
Teniendo en cuenta un gran número de bioensayos de reabsorción fetal en ratas, Ames (1979) demostró que la biopotencia de la mezcla racémica-a-tocoferil acetato es diferente de la del estándar del 2-ambo-a-tocoferil acetato (RRR/2-ambo=1,66; mientras que RRR/mezcla-rac=1,92). Por lo tanto, el factor de conversión determinado utilizando 2-ambo-a-tocoferil acetato no es válido para la mezcla-rac-a-tocoferil acetato. Se ha demostrado, mediante estudios recientes, que este factor de conversión de 1,36 UI/mg para el RRR- a-tocoferil acetato ha subestimado la biodisponibilidad de la fuente natural de vitamina E en humanos y otras especies animales.
Biodisponibilidad de la vitamina E natural y de la sintética
Las revisiones bibliográficas han revelado distintos índices de biodisponibilidad de vitamina E natural y sintética en el ganado porcino. Estas diferencias se deben a los criterios del estudio, la edad y el estado fisiológico de los animales, así como a la metodología empleada para la determinación de la biodisponibilidad de la vitamina E.
La biodisponibilidad de la vitamina E se mide como el incremento en la concentración en plasma o tejidos del a-tocoferol después de la administración oral de vitamina E. Esto significa que unos valores de referencia o un grupo control son esenciales para el diseño de un estudio enfocado a determinar la biodisponibilidad de diferentes entidades de vitamina E. La estimación de la biodisponibilidad sin la corrección de la absorción basal generará resultados incorrectos. La tabla 2 resume los índices estimados de biodisponibilidad de RRR-a-tocoferil acetato/mezcla rac-a-tocoferil acetato procedentes de estudios en cerdos, en los que se usaron métodos correctos. Los resultados mostrados se corrigieron utilizando valores de referencia o grupos control según procediera y comparados en las mismas bases en miligramos.
Las necesidades de los lechones
En la fase posdestete la concentración de vitamina E en el plasma se reduce a un nivel de deficiencia, por lo que es crucial mantener y recuperar el nivel óptimo lo antes posible. En la práctica, algunos productores emplean niveles elevados de complementación con vitamina E sintética con la intención de mantener los niveles en plasma, sin resultados satisfactorios. La vitamina E que se utiliza normalmente se encuentra en forma de un éster estable, a-tocoferil acetato, que necesita hidrolizarse enzimáticamente para poder ser absorbida y utilizada. Los lechones al destete tienen una baja actividad enzimática y, por lo tanto, una capacidad limitada de usar el a-tocoferol acetato. Esto explicaría por qué un incremento en la dieta de la dosis de vitamina E sintética no mejora significativamente los niveles de vitamina E después del destete, ya que tan solo el 50% de la mezcla rac-a-tocoferil acetato (las formas 2R) puede ser utilizado por los animales.
Diversos estudios llevados a cabo por Moreira y Mahan (2002, 2009) han confirmado que la vitamina E natural es más efectiva a la hora de mejorar los niveles de vitamina E en los lechones después del destete.
Un estudio reciente de la Ohio State University (Wilburn et al., 2008) mostró que la complementación de una fuente de vitamina E natural mejoró los niveles de vitamina E en lechones destetados. En dicho estudio se encontró que cuando se complementaba con vitamina E natural a una dosis de 200 mg/kg la concentración plasmática de a-tocoferol se mantenía superior a 2 µg/ml durante las primeras dos semanas posdestete y se recuperaba hasta 3 µg/ml a los 21 días posdestete (figura).
Recomendaciones
La fuente natural de vitamina E está compuesta en un 100% por el estereoisómero RRR-a-tocoferol, mientras que la vitamina E sintética está compuesta por 8 estereoisómeros, con un 12,5 % del estereoisómero RRR-a-tocoferol. Los ocho estereoisómeros tienen diferente actividad como vitamina E. El isómero RRR es el de mayor biodisponibilidad y los isómeros RRS, RSR y RSS tienen menor biodisponibilidad que éste. Las formas 2S son básicamente no biodisponibles en el ganado porcino. La fuente natural de vitamina E tiene, por tanto, mayor biodisponibilidad en cerdos que la vitamina E sintética. Las tasas de biodisponibilidad, sin embargo, dependen de los criterios usados en el estudio, de la edad y del estado fisiológico de los animales. Además, se debe considerar meticulosamente la metodología utilizada en la determinación de la biodisponibilidad. La corrección de la absorción basal de vitamina E en el grupo control es esencial para la determinación de la biodisponibilidad. La fuente natural de vitamina E es más efectiva a la hora de mejorar los niveles de vitamina E en las cerdas, lechones recién nacidos y lechones al destete. Es eficiente al mejorar la función inmunitaria y la calidad de la carne.
Basándose en el conocimiento actual, se puede concluir que, en general, la fuente natural de vitamina E es como mínimo dos veces más biodisponible que la vitamina E sintética en cerdos. Se recomienda usar vitamina E natural en el pienso de cerdas desde los siete días antes del parto hasta el destete, con niveles de 100 a 150 mg/kg en pienso de lechones, en pienso de prestárter y estárter con niveles de 75 a 150 mg/kg.
Fuente: www.porcicultura.com
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