Al menos, 82 hipopótamos y nueve búfalos han muerto a causa del ántrax en Uganda desde junio pasado, informaron hoy medios de la prensa ugandesa. «El presidente del Grupo de Trabajo Nacional sobre el Ántrax, Nicholas Kauta, dijo a los periodistas que, de momento, se ha confirmado la muerte de 82 hipopótamos y nueve búfalos tras el inicio del brote en junio», publicó en su página web el diario «Daily Monitor».
La zona afectada es la del Parque Nacional Queen Elizabeth, una reserva de la vida salvaje en el oeste de Uganda, donde las autoridades locales afirmaron a finales de ese mes que tras la muerte de 30 de estos paquidermos se había logrado contener el brote epidémico.
El parque, bautizado con ese nombre en honor de la Reina Isabel II de Inglaterra, es famoso por su amplia variedad de animales salvajes y el fácil acceso de los turistas a sus hábitats naturales. Sin embargo, Kauta recomendó a la población del área que no deje a su ganado pastar en el parque, que informen a las autoridades de todas las enfermedades y muertes de animales domésticos y que no consuman carne procedente de animales enfermos o muertos.
Por su parte, el «Daily Nation» señala que el mismo parque sufrió otros brotes de ántrax en 1954, 1994 y 2004, este último en el que murieron unos 300 hipopótamos.
La Autoridad para la Vida Salvaje de Uganda ha descartado la probabilidad de que todos los animales del parque puedan morir de ántrax, ya que muchos de ellos han desarrollado una inmunidad natural a la enfermedad.
Cabe destacar, que el ántrax es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria «bacillus anthracis», que vive en la tierra y que animales herbívoros pueden contraer al alimentarse de hierba o agua contaminadas por el microbio. Los seres humanos pueden contraer la enfermedad si consumen carne o productos procedentes de animales infectados.
Existe una vacuna contra el ántrax para personas y animales y, si la enfermedad se detecta a tiempo, se puede tratar y curar con antibióticos pero, en caso contrario, puede llegar a provocar la muerte del individuo afectado.
Fuente: EFE