Los laboratorios y organismos científicos que utilicen animales en experimentos en Brasil tendrán que justificar ese uso y desarrollar técnicas que permitan sustituir los conejillos de indias en actividades científicas o académicas.
La determinación consta de un decreto del Ministerio de Ciencia y Tecnología publicada hoy en el Diario Oficial de la Unión y que reglamenta el uso experimental de los animales en investigaciones y en la enseñanza.
La llamada Directriz Brasileña para el Cuidado y el Uso de Animales para Fines Científicos y Didácticos detalla todos los cuidados que investigadores y profesores tienen que adoptar para garantizar el bienestar de los conejillos de indias.
Una de las normas exige la justificación del uso de los animales en experimentos mediante la demostración de que la práctica tiene beneficiosPcientíficos o educacionales que la compensan.
Según la directriz, los animales sólo pueden ser usados en experimentos cuando tales prácticas sean esenciales para la obtención de informaciones relevantes y para la comprensión de la biología humana o de otros animales.
Los centros científicos y las universidades también tendrán la obligación de desarrollar tecnologías alternativas de validación o experimentación para impedir que todas dependan de animales.
El decreto también insta a los laboratorios a evaluar la sustitución del uso de los animales, la reducción de la cantidad de conejillos de indias utilizados y el refino de las técnicas para reducir los impactos negativos en el bienestar de los animales.
La directriz establece que si las entidades tienen dificultades para evaluar el dolor o el estrés excesivo provocado por los experimentos en los animales tendrán que dar por hecho que los mismos siente dolor de forma similar a los humanos.
De esa forma, agrega el decreto, los profesionales serán obligados a optar por métodos humanitarios para desarrollar los experimentos, así como a evaluar regularmente los animales para identificar evidencias de dolor o de estrés excesivo.
Dicho criterio igualmente prevé el uso de tranquilizantes, analgésicos y anestésicos adecuados para cada especie animal, así como de métodos apropiados para la eutanasia animal en caso de que sea necesaria para evitar un dolor prolongado.
Otra norma establece que los mismos animales no pueden ser usados en más de una actividad científica o en proyectos diferentes.
Fuente: spanish.xinhuanet