Los espejos encierran algo de misterio, pero en el caso de los animales provocan reacciones increíbles cuando se utilizan de forma premeditada. Diversos estudios y experimentos aseguran que el uso de espejos en animales aumenta su calidad de vida, ¡asombroso! Sigue leyendo para conocer más detalles.
Espejos para animales, un rival o un amigo
Gordon Gallup es un especialista que realiza pruebas con los animales para determinar sus reacciones ante los espejos. Él cree que los animales piensan que el reflejo obtenido de su imagen en el espejo es nada menos que otro animal, por lo que algunos se comportan de forma amigable.
La experiencia también puede tener resultados positivos para algunos animales. Las vacas y las ovejas aisladas sufren de menos estrés cuando hay espejos cerca de ellas. Los monos tienen mejores conductas sociales. Los conejos se vuelven más activos. Los pájaros tienen menos miedo frente a un espejo.
Otras especies de animales reaccionan de distinto modo según Gallup. Parece que otros animales pueden darse cuenta de que ese reflejo no es real porque que no emite sonido ni tiene olor. Por ejemplo, los peces son de las especies que peor reacción tienen ante un espejo, algunos pueden ser agresivos.
Cada cual con su reacción
De experiencias y estudios realizados se desprenden diferentes resultados, así por ejemplo se ha visto que algunas aves macho tienen tendencia a la masturbación de forma constante durante la época de apareamiento.
Los espejos inducen a las aves hembras a depositar sus huevos cuando aún no es el momento, haciendo que estos corran riesgos innecesarios como falta de calcio, desprotección o posibles enfermedades.
Los periquitos al verse reflejados en el espejo adquieren una especie de valor o seguridad superior creyendo que hay otro compañero, lo que a su vez genera una actitud soberbia ante su propietario.
Cuando hay espejos en sitios en los que hay ratones se ha comprobado que éstos se alimentan en menor medida.
Los gatos y perros frente a un espejo pueden tener diversas reacciones, desde la agresión hasta la confusión pasando por posturas desafiantes, gruñidos o ciertos jugueteos. Sin embargo, la mayoría se terminan acostumbrando al reflejo haciendo incluso creer que saben exactamente de qué se trata.
Fuente: IMujer