En respuesta a la demanda de los consumidores en materia de seguridad alimentaria a nivel mundial, la OIE trabaja con otras organizaciones competentes a fin de reducir los riesgos alimentarios para la salud humana que se asocian a los peligros de la producción animal.
En este contexto, un peligro designa la presencia en los alimentos de un agente biológico, químico o físico que puede provocar efectos adversos en la salud de las personas, que cause o no una enfermedad en los animales.
El Tercer Plan Estratégico de la OIE para el período (2001-2005) recomendó que «la OIE debería ser más activa en el ámbito de la salud pública y de la protección del consumidor», y precisó que dicha actividad debería incluir «las zoonosis y las enfermedades transmisibles a los seres humanos por medio de los alimentos, estén o no afectados los animales por este tipo de enfermedades», con el fin de introducir mejoras en materia de seguridad sanitaria de los alimentos en toda la cadena que va del «productor al consumidor» a escala mundial.
En 2002, el Director General de la OIE estableció un Grupo de trabajo permanente sobre seguridad sanitaria de los alimentos derivados de la producción animal con vistas a coordinar las actividades de la OIE en este campo. Este Grupo está conformado por expertos de renombre internacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Comisión del Codex Alimentarius (CCA) reflejando además una amplia representatividad geográfica.
El Cuarto Plan Estratégico de la OIE (2006-2010) consolida la función de la OIE y el programa de trabajo en el campo de la seguridad sanitaria de los alimentos derivados de la producción animal y establece disposiciones para la cooperación con la CCA en cuanto a la consistencia, coherencia y complementariedad de las orientaciones dadas a los gobiernos y a otras partes interesadas en materia de gestión de los riesgos sanitarios, de la granja al tenedor. El Quinto Plan Estratégico (2011-2015) confirma el mandato del Grupo de trabajo para que continúe trabajando junto con otros organismos competentes, en especial con la CCA, la FAO y la OMS, en la reducción de los riesgos para la salud humana consecuencia de los peligros asociados con los productos derivados de animales. El Grupo de trabajo proseguirá sus actividades con el fin de elaborar normas relativas a la producción de alimentos de origen animal desde la fase primaria hasta el sacrificio, dando prioridad a las medidas sanitarias aplicables en las explotaciones. Esta labor abarca los agentos patógenos y otros peligros eventuales que normalemente no causan enfermedad en los animales.
El Grupo de trabajo brinda asesoría en temas de seguridad sanitaria de los alimentos derivados de la producción animal al Director general y a las Comisiones Especializadas de la OIE. Además considera que las metas de la OIE sólo podrán alcanzarse con la estrecha colaboración de la OMS y de la FAO así como de sus órganos subsidiarios, en particular la CCA. Esta tarea común es fundamental para evitar normas contradictorias, completar las lagunas que puedan existir en la reglamentación vigente y sacar el mayor provecho de los conocimientos científicos disponibles. Con este fin, la OIE ha reforzado sus relaciones formales e informales con dichas organizaciones internacionales y con los grupos de expertos competentes. El Grupo de trabajo menciona entre sus prioridades la revisión de temas que necesitan la elaboración de normas conjuntas OIE/Codex, con lo que se reforzará el enfoque presente de la identificación de brechas y duplicaciones en las normas.
En mayo de 2010, la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS aprobó la modificación del acuerdo oficial OIE/OMS, brindando los fundamentos jurídicos para la elaboración de normas comunes OIE/Codex. El Comité del Codex sobre Principios Generales considerará la propuesta de desarrollo de normas conjuntas OIE/Codex en su próxima reunión, prevista en abril de 2012.
La composición de los Grupos de trabajo y de los grupos ad hoc de la OIE (incluyendo el Grupo de trabajo sobre seguridad sanitaria de los alimentos derivados de la producción animal ) se basa en la excelencia y en la pericia científica internacionalmente reconocida de sus miembros y en una representación geográfica equilibrada. El Director general propone los nombres de los expertos y los presenta para aprobación de la Asamblea Mundial de Delegados reunida en sesión plenaria durante la Sesión General de la OIE, que cada año se realiza en el mes de mayo. Se espera que los expertos contribuyan de manera objetiva e independiente en las deliberaciones y que no representen la posición de un país en particular, de un sector o de una determinada organización.
Fuente: OIE