El lago Natron, en el norte de Tanzania, tiene una característica inquietante: convierte a los animales en estatuas, informa el portal ‘New Scientist’.
Estos animales ‘petrificados’ los encontró el fotógrafo Nick Brandt, que descubrió aves y murciélagos perfectamente conservados en la orilla del Natron.
“No podía parar de fotografiarlos. No se sabe la causa exacta de la muerte de las aves, pero parece que el extraño reflejo que produce la superficie del lago las confunde, y estas se precipitan al agua de la misma manera que algunos pájaros chocan contra los cristales de una ventana”, dijo Brandt a ‘New Scientist’.
Las obras de Brandt están publicadas en su libro ‘A través de la tierra devastada’ (‘Across the Ravaged Land’) y se han mostrado también en exposiciones en Nueva York, Los Ángeles y Santa Fe.
El lago Natron no es el mejor lugar para vivir. Su agua alcanza temperaturas de 60 grados y tiene un nivel de alcalinidad de entre 9 pH y 10 pH.
El lago toma su nombre del natrón, o carbonato de sodio, una sal proveniente de la ceniza volcánica acumulada en el Gran Valle del Rift.
Los animales que se sumergen en el agua mueren y quedan calcificados, afirma ‘New Scientist’.
Sin embargo, hay especies que se han adaptado y viven en el lago Natron, como algunas especies de peces del género tilapia.
Además, millones de flamencos anidan regularmente en sus aguas. El Natron es el único lugar del mundo donde se reproducen los flamencos chicos o enanos.
Fuente: Panorama