La mitad de la población mundial viven en sitios donde están establecidas las enfermedades transmitidas por insectos, según la Organización Mundial de la Salud. Dengue, malaria, chagas, chikungunya, fiebre amarilla, leishmania o filariasis representan el 20% de la pérdida de salud de los habitantes del planeta, ha dicho Rogelio López-Vélez, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Y estas enfermedades han encontrado en la globalización, los viajes y el calentamiento poderosos aliados que hacen tener que se propaguen y lleguen (o vuelvan) a zonas hasta ahora libres, señaló López-Vélez en el Congreso de la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) que se ha celebrado este fin de semana en el CaixaForum de Madrid.
“España es un crisol donde se funden varios factores de riesgo”, apuntó el médico: “Recibe 62 millones de viajeros todos los años; 1,2 millones de españoles van a zonas tropicales, hay 4 millones de inmigrantes (aunque esa cifra ha podido bajar con las repatriaciones), es paso obligado para las aves migratorias que vienen de África y pueden llevar pulgas u otros insectos adheridas y está cerquísima de África”, explicó López-Vélez.
Además, en Cataluña y el norte de la Comunidad Valenciana ya hay colonias de mosquito tigre (Aedes albopictus), que puede sustituir al Aedes aegypti como transmisor de dengue, chikungunya o zika, dijo el médico.
De hecho, la mitad de las 80.000 personas con chagas que viven en Europa están en España. Aunque el parásito que la transmite, una especie de chinche, no ha llegado de España, se están dando casos de transmisión de madre a hijo, y su presencia ha obligado a cambiar los protocolos de donación de sangre y de órganos. En Galicia, Cataluña y Valencia se obliga ya a analizar a las madres por si son portadoras (la enfermedad puede estar latente hasta 20 años), y la mayoría de los hospitales de Madrid lo hacen también, dijo López-Vélez.
Estas enfermedades no solo son importantes por su extensión. Muchas no tienen tratamiento ni vacuna, y siete de ellas forman parte del grupo de las 17 que la OMS considera Enfermedades Tropicales Olvidadas.
El dengue, transmitido por un mosquito, el Aedes aegypti, es la más peligrosa. No tiene tratamiento ni vacuna, su zona de vigencia incluye al 40% de la población mundial y en los últimos 50 años su incidencia se ha multiplicado por 30. Y ya ha llegado a Europa. En los últimos años ha habido casos de transmisión autóctona en Niza y El Algarve, muy cerca de España, y otro en Madeira (lo que indica que también podría llegar a Canarias, dijo López-Vélez).
No es el único. El chikungunya, un virus transmitido por el mismo mosquito que afecta las articulaciones, ha causado un brote autóctono en Italia, cerca de Rávena. También ha llegado ya del sureste asiático al Caribe, y afecta a las Antillas Orientales.
Y ello por no hablar de la leishmania, transmitida por los flebotomos, que causan cada año unos 500 enfermos en España, con brotes como uno reciente en Leganés, por lo que hay que integrar la sanidad animal y la humana, dijo Xavier Roura, de la Universidad de Barcelona, en el congreso de ANIS.
Fuente: El País