Apartir de un caso ocurrido este año, en la ciudad de Villa Carlos Paz donde, aproximadamente, 10 perros dieron positivo a brucelosis canina, es necesario que se conozca esta enfermedad ya que es una zoonosis. A diferencia de la brucelosis de los bovinos (principal causante de brucelosis en el hombre) la brucelosis canina es poco conocida, quizás porque se presenta muchas veces de forma inaparente y los perros suelen estar saludables. De cualquier modo, y a pesar de su poca transmisibilidad al hombre, es una zoonosis y como tal, hay que tener conocimiento de la misma para poder prevenirla.
La brucelosis canina es producida por la bacteria Brucella canis, afecta la reproducción de los caninos y los convierte en portadores durante toda su vida. La variedad Brucella abortus pertenece a los bovinos, aunque los perros también la pueden contraer.
¿Cuáles son sus síntomas?
El síntoma principal en las hembras es el aborto que ocurre generalmente al final de la preñez; si ésta llega a término las crías suelen nacer muertas o muy débiles y sobreviven poco tiempo. En los machos causa inflamación testicular, de epidídimo y próstata, e infertilidad en ambos. En los humanos los síntomas suelen ser inespecíficos como fiebre intermitente, dolor e inflamación articular, de ganglios linfáticos y malestar general.
¿Cómo se transmite?
Se transmite entre hembras y machos por medio de secreciones vaginales, saliva, orina, heces, leche y placenta, a través de las mucosas: oral, nasal o genital. El olfateo y el lamido de los genitales son una vía de contagio frecuente ya que son una forma de comunicación canina. El riesgo de contagio en el hombre, es poco probable, pero puede ocurrir especialmente al personal de criaderos que manipulan los reproductores durante el servicio y el parto sin protección a través del contacto de placenta y/o fetos abortados. Una situación de riesgo para la dispersión es cuando introducen nuevos animales o los intercambian para el apareo. Cualquier propietario de una mascota puede ser susceptible de contagio, ya que éstos presentan a veces un aparente buen estado de salud y sin embargo tienen brucelosis.
Una característica que tiene la bacteria para sobrevivir es su gran habilidad para persistir por largos períodos en el medio ambiente y la forma de penetración en el organismo por cualquier vía: mucosas respiratorias, conjuntival, genital, oral o piel con abrasiones.
¿Cómo se trata?
El control de la enfermedad deberá hacerse según criterio veterinario e incluye la castración y el tratamiento con antibióticos, aunque su efectividad es baja ya que no se elimina el estado de portador. El último recurso es la eutanasia de los animales enfermos, ya que el animal es un potencial diseminador de la enfermedad. A los sospechosos se los debe poner en cuarentena.
¿Cómo prevenirla?
El aumento de perros vagabundos que deambulan en las calles en busca de alimento y el de algunas mascotas que tienen hábitos de salir de sus hogares sin restricciones, los pone en riesgo al interactuar con otros animales y exponiendo a la población en general a contraer enfermedades. Para evitar la diseminación de esta enfermedad, se deberá entonces, restringir la libre circulación de estos animales y reducir la disponibilidad de desechos domiciliarios como fuente de alimentación.
Para el caso de los criaderos, se recomienda hacer pruebas constantes de brucelosis; adecuar un buen alojamiento para los animales; tener un buen manejo de los desechos; usar protección como barbijos, guantes y ropa adecuados para la asistencia a partos; hacer una eficiente desinfección del ambiente y contar siempre con la asesoría de un veterinario. Al comprar un perro para el criadero hágalo en sitios confiables y exija prueba de brucelosis negativa, colóquelo en cuarentena antes de ingresarlo al lote de perros y realice los análisis que el veterinario recomiende. No permita que sus perros (hembra o macho) realicen montas a otros perros si no tienen brucelosis negativo. Si uno de ellos dio positivo deberá descartarlo y nunca utilizarlo para servicio.
Si su mascota dio positivo, siga las instrucciones de su veterinario en cuanto al tratamiento a seguir. Deberá ser muy cuidadoso en la manipulación de las excretas y secreciones de su mascota y deberá extremar las medidas de higiene. Recuerde que su mascota estará infectada de por vida.
Fuente: El Diario CBA