Hasta el próximo 15 de diciembre el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA seccional Santander, desarrolla el ciclo de vacunación del presente año. Los costos que deben asumir los ganaderos son bajos y por eso el ICA invita para que se pongan en contacto con la entidad encargada de la jornada de vacunación.
Por resolución Nacional se hace obligatoria para fiebre aftosa, brucelosis y en municipios de riesgo contra la fiebre silvestre, buscando lograr la totalidad del censo bovino en el territorio del departamento de Santander, ante la presencia de ganado procedente de Venezuela, que ingresa en forma ilegal a Colombia y representa un riesgo para el hato nacional.
Así lo explicó el coordinador de Epidemiología de la Gerencia Seccional del ICA y líder seccional del Proyecto de Fiebre Aftosa, Héctor Aníbal Hurtado Palomino.
Agregó: “Buscamos vacunar todo el ganado registrado en el censo bovino del departamento de Santander, porque es muy importante, debido a que tenemos mucho riesgo con la presencia de la fiebre aftosa en este momento por la cercanía con Venezuela, entonces es muy importante eso y además con los riesgos del contrabando; nosotros tenemos que ofrecer una cobertura lo más alta posible de vacunación en los animales existentes en la región y el efecto del biológico se tiene contemplado de 6 meses de acuerdo a los laboratorios productores y es debido a esto que se debe vacunar cada semestre”.
Agregó el coordinador de Epidemiologia Hurtado Palomino que, con relación al ingreso de ganado de Venezuela, las medidas de vacunación están desde hace bastante tiempo, además nosotros estamos libres de brucelosis en la Provincia de García Rovira y el último caso se presentó en 1.997 de fiebre aftosa en García Rovira.
Desde esa época se ha llevado un proceso muy grande y siempre ha sido un riesgo Venezuela, por la diferencia de zona epidemiológica con respecto a la enfermedad de la fiebre aftosa, cuando en Venezuela es una enfermedad endémica y en Colombia estamos en un estado como libres, vacunados y certificados por la OIS; en consecuencia, nosotros debemos salvaguardar este hecho y el patrimonio económico de muchos santandereanos y colombianos.
Hurtado Palomino manifestó que entre los ganaderos hay conciencia de la importancia de vacunar, pero no sobra en incrementar la extensión rural, el apoyo de las asistencias técnicas de los diversos entes locales y territoriales para generar una conciencia, una educación sanitaria y esa cultura sanitaria es una labor de todos, no solamente del ICA; para que ese pequeño propietario de uno, dos y cinco animales esté convencido y tenga la conciencia que es indispensable vacunar en las épocas que se tienen convenidas y estipuladas por las diferentes normas para evitar los riesgos.
Municipios de riesgo
- De acuerdo con el ICA, los municipios en Santander considerados de riesgo para la rabia silvestre son: Rionegro, Puerto Wilches, Betulia y El Playón.
- En cuanto a la vacunación de fiebre aftosa, el Comité de Ganaderos de Cimitarra es el responsable para los municipios de Landázuri, Bolívar, El Peñón, Sucre, Vélez y Cimitarra.
- En Barrancabermeja, el Fondo Ganadero de Santander trabaja en esta jornada.
- En Puerto Parra responde el Comité de Ganaderos de ese municipio.
- En Vélez y zona de influencia le corresponde al Comité de Ganaderos de la Hoya del Río Suárez.
- En San Gil, la responsable es de la Corporación de Ferias y Fiestas; finalmente para San Alberto y zona ganadera, el Fondo Ganadero de Santander.
Origen de la enfermedad
El origen o fuente de la infección es el animal enfermo de aftosa, que elimina el virus por saliva, leche, materia fecal y orina. La puerta de entrada del virus a los animales susceptibles puede ser la vía digestiva, respiratoria y/o cutánea.
Es una enfermedad causada por alguna de las variedades de virus que pertenecen a la familia Picornaviridae. La denominación del agente causal se deriva de la composición de la palabra pico-rna-viridae, donde “pico” se refiere a su pequeña medida; “rna” corresponde a la denominación del ácido ribonucleico portador de las instrucciones genéticas, y “viridae” a su condición de virus.
Loeffer y Frocsh, quienes descubrieron la enfermedad, demostraron que los becerros inoculados con este agente se infectaban y que grandes cantidades del virus infeccioso eran excretadas por los animales enfermos. También comprobaron que el virus se neutralizaba con los anticuerpos presentes en el suero de animales convalecientes.
Fuente: Vanguardia