Carlos Albornoz, directivo de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) y la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), advierte que las últimas confiscaciones y la incertidumbre acerca de un posible ajuste de la carne mantienen al sector cárnico en ascuas, lo cual explica la escasez de la carne en el primer mes del año.
El vicepresidente de la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) y la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios (Fedeagro), Carlos Albornoz, aseguró que las fiscalizaciones gubernamentales en un escenario de desfase de los precios regulados respecto a los del mercado mantiene a los actores de la cadena cárnica temerosos y expectantes, luego de una serie de reuniones con ministros y viceministros del sector alimentación.
A la posibilidad de un pronto ajuste de precios de la carne y el temor tras el comiso de 12 toneladas de carne en el estado Bolívar, han atribuido la falta del producto en las carnicerías locales y la paralización de arrime de ganado al Matadero Municipal de Caroní (Mamuca).
El dirigente del sector agropecuario recordó que la última vez que se ajustó el precio de la carne fue el 17 de mayo de 2013, de acuerdo con la Gaceta Oficial N° 40.169, en la que se estableció el precio del kilo de torete en pie en Bs. 8,52 y el kilo de la vaca en pie en Bs. 5,96. “Si una vaca pesa 400 kilos costaría Bs. 2.000, eso es absurdo”.
“Desde mayo de 2013 para acá ha habido más de 120% de inflación, varios aumentos salariales y otros factores que inciden en el precio de la carne”, dijo, al precisar que el rollo de alambre que en 2013 costaba Bs. 500, cuesta ahora Bs. 6.500; la melaza pasó de Bs. 700 a Bs. 5.500 en la actualidad; y los cauchos de Bs. 4.000 a Bs. 40.000.
“Cuando revisas el precio de los alimentos balanceados, 78% del maíz que se procesa viene vía importaciones y lo hace el Gobierno; casi todos los insumos los hace o importa el Gobierno (…) la inflación de bienes y servicios agrícolas es importante y distinta a lo que refleja el Banco Central de Venezuela”, apuntó.
Sostuvo que si bien existe gran cantidad de factores por discutir, la solución no solo pasa por hacer mesas de trabajo. “No se han tomado las medidas y no hemos pasado de la retórica a las soluciones y cuando no tienes los insumos, los repuestos, la vialidad, la seguridad y los servicios tienes como respuesta el desabastecimiento”.
Albornoz recalcó que están deseosos de arrimar ganado, pero explicó que quienes compran las reses están temerosos de que el Gobierno intervenga los mataderos, comise y “regale” la carne. “Nosotros también tenemos niños en las escuelas y gastos normales y la gente que nos compra la carne se atemoriza ante esa posibilidad y lo peor no es eso, la sequía está haciendo estragos. El año pasado tratamos de advertir y solo ocho equipos (de conservación) de forraje entraron y estamos de manos atadas”.
Ganaderos expectantes
El vicepresidente de Fedenaga y Fedeagro, Carlos Albornoz, aseguró que el sector está expectante ante la posibilidad de lograr medidas tras las reuniones técnicas realizadas en el Palacio de Miraflores. Sin embargo, aclaró que “si se hace un saludo a la bandera o se trata de generar una nueva Gaceta Oficial con un precio divorciado de la realidad, va a aumentar la escasez, nadie puede trabajar a pérdida”. “Mientras no se tomen medidas y todo sea retórico, las colas van a seguir”, añadió.
En cambio, dijo, si se brinda rentabilidad, se respeta la propiedad privada y se dan señales de confianza e inversión en materiales y equipos para el sector productor nacional “sería una señal positiva”.
Destacó que además del necesario ajuste de precios, existen diversos pendientes en el sector agropecuario que complican y limitan la producción nacional.
Desposte como prueba
Mientras los ganaderos de la entidad han paralizado el arrime de reses a Mamuca, algunas carnicerías se surten con carne traída de Upata, en el municipio Piar, o de otros estados centrales del país.
Este martes hubo una nueva reunión entre los carniceros del mercado de Chirica y fiscales de la Superintendencia de Precios Justos, en la que se acordó mantener el precio del kilogramo de carne de primera y segunda en Bs. 350, precio impuesto la semana pasada.
Los carniceros despostarán una res el próximo martes para comprobar ante los fiscales la merma y el costo real del kilo de carne.
Fuente: Correo del Caroní