Con el objeto de dar un marco al alerta que se quiere dar sobre la prevención de las encefalitis equinas, hagamos una revisión de parte de la información sobre su epidemiologia.
Las encefalitis equinas constituyen un grupo de enfermedades causadas por arbovirus, de la familia Togaviridae, genero Alphavirus que revisten importancia epidemiológica, social y económica en el hemisferio occidental. Por su distribución y daños que causan en las Américas son de importancia la encefalitis equina del este, la encefalitis equina del oeste y la encefalitis equina venezolana.
La encefalitis equina venezolana (EEV) es la que reviste mayor repercusión por su patogenicidad en los humanos, alta morbilidad y letalidad en los solípedos, trascendencia en la salud pública e impacto negativo en lo económico y social.
La EEV es una enfermedad que se presenta principalmente en humanos y equinos, caracterizada por un cuadro febril, cefalalgia, mialgia, dolores retroorbitarios y en ocasiones pueden aparecer afecciones del sistema nervioso central con desorientación, convulsiones, parálisis y muerte. En los caballos cabe destacar depresión o excitabilidad, el caminar en círculos o apoyar la cabeza en las paredes, perdida del balance, movimientos masticatorios, flacidez de los labios, ojos semi-cerrados y orejas caídas.
CICLOS DE COMPORTAMIENTO EPIDEMIOLÓGICO
La EEV es una zoonosis transmitida por artrópodos, que se presenta en la naturaleza en ciclos enzoóticos y epizoóticos.
En el ciclo enzoótico o silvestre el virus puede tener actividad continua y permanecer por periodos indefinidos. La transmisión se presenta continuamente desde roedores, a un número variado de mosquitos. El hombre y los équidos se pueden involucrar casualmente en el ciclo al ingresar a este ecosistema, afectándose cuando son susceptibles. Se identifica su ocurrencia en las selvas húmedas tropicales y en áreas pantanosas de las regiones tropical y subtropical.
Las epizootias se presentan de manera repentina e inesperada, se pueden propagar por más de un año, afectando un número elevado de predios y équidos. La afección es de gravedad variable según el tipo de virus y los niveles de inmunización previa. La disponibilidad de susceptibles en la amplificación del virus es fundamental, así como para el desarrollo epizoótico.
Al depender de los équidos como huéspedes primarios en este ciclo, la circulación viral se lleva a cabo por medio de mosquitos equinófilos, que transmiten la infección de un equino virémico a otro susceptible, al hombre y a otros vertebrados.
Los équidos juegan papel esencial en la propagación de las epizoodemias al ser eficientes amplificadores del virus, por presentar viremias altas, que persisten 4 o 5 días, posibilitando que cada animal pueda infectar un gran número de mosquitos. La rápida propagación diferencia este ciclo del silvestre cuya presentación es localizada. La transmisión cesa cuando los huéspedes amplificadores susceptibles son agotados por infección natural o inmunización.
Estas epizoodemias generalmente ocurren al final de las épocas de lluvia. En las regiones tropicales o subtropicales, con áreas caracterizadas por una geografía, flora y clima desértico, seco o muy seco.
VECTORES
Varias especies de insectos hematófagos son susceptibles o actúan como vectores del virus de la encefalitis equina. Los mosquitos adquieren el virus al alimentarse de reservorios y huéspedes infectados, el agente se replica en dichos vectores y dependiendo de la temperatura ambiente y la especie del vector puede transmitir la enfermedad a vertebrados susceptibles. Se han aislado virus de una serie de géneros como son: Aedes, Anopheles, Culex, Sorophora, Haemagogus, Sabethes y Manzonia.
RESERVORIOS
Las especies de roedores silvestres que actúan como reservorios principales de EEV en los ciclos enzoóticos son: Sigmodon (rata de algodón), Proechimys (rata espinosa), Peromysus (ratón de campo), Orysomys (rata arrocera), Zigodontomys y Heteromys. Otros reservorios reconocidos son las aves, los murciélagos y los marsupiales, principalmente la zarigüeya.
En el ciclo enzoótico los vertebrados que participan presentan una infección asintomática, debido a procesos de adaptación, facilitados por convivencia por largos periodos, acompañada de una viremia alta lo suficiente como para infectar a los vectores. Los roedores se infectan a edad temprana y mantienen el virus de por vida, convirtiéndolos en reservorios ideales.
Los équidos constituyen la especie animal más susceptible, son huéspedes primarios amplificadores del virus. Se ha sugerido la posibilidad de que los humanos actúan también como huéspedes amplificadores, ya que las infecciones enzoóticas de EEV alcanzan viremias suficientemente altas para infectar mosquitos.
En zonas endémicas de EEV caninos, porcinos, ovinos, caprinos, bovinos, aves y aún reptiles y quirópteros se pueden infectar, presentando títulos de anticuerpos específicos sin sufrir la enfermedad, y podrían servir como animales centinelas para las cepas enzoóticas, epizoóticas y como apoyo diagnóstico.
TEMPORADA LLUVIOSA EN VENEZUELA
De acuerdo al Servicio de Meteorología de la Aviación, del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, en Venezuela por su situación geográfica, ubicada en la zona tropical entre los 0.5 grados y 12 grados de latitud norte, posee un clima de poca variación anual, presentándose en lo que respecta climatología un periodo seco de noviembre a abril y otro lluvioso de mayo a octubre.
Durante el periodo seco o verano la mayor parte del norte de Venezuela está bajo la influencia de la zona de los alisios del noreste, con sus campos anticiclónicos en la altura lo que origina buen tiempo en casi todo el territorio nacional. No obstante pueden registrarse precipitaciones de importancia hacia la zona norte costera del país.
A partir de mediados de abril la casi totalidad del territorio está bajo la acción de la zona de convergencia intertropical, lo que origina el inicio de las lluvias, complementándose en ocasiones con perturbaciones tropicales, calentamiento diurno, y/o efectos convictivos, incrementando la frecuencia e intensidad de las precipitaciones.
CARACTERIZACIÓN DE RIESGO SANITARIO Y ESTRATEGIAS REGIONALES
Las estrategias sanitarias en la salud pública veterinaria se han hecho mas eficaces, con la utilización de la caracterización de los ecosistemas de las enfermedades que han permitido trazarlas en forma regionalizadas, y con la incorporación del análisis de riesgo en materia de producción de alimentos inocuos, control sanitario del comercio agrícola internacional y en el diseño de los programas de combate de las enfermedades de los animales.
La regionalización de las estrategias sanitarias de acuerdo con el ecosistema de las enfermedades al hacerlas mas especificas han optimizado el resultado, y actividades de uso masivo como la vacunación han abaratado sus costos con mejores resultados en su efecto de prevención y control.
En el caso de la EEV para caracterizar las áreas geográficas de acuerdo al riesgo de ocurrencia de la enfermedad, se utilizan indicadores como:
- Antecedentes históricos de registro de ocurrencia de la enfermedad.
- Áreas con características ecológicas propicias para manifestación de ciclos enzooticos o epizoóticos.
- Densidad poblacional de équidos, sobre todo de realengos y silvestres.
- Presencia de zonas inundables en épocas de lluvias, y/o formación de pozos y lagunas.
- Indicadores de vigilancia epidemiológica activa que señalan historicidad de actividad viral.
- Densidad de vectores y reservorios.
- Trashumancia de población humana y de équidos y en especial con bajo control sanitario.
- Registro de vacunaciones, su cobertura y periodicidad.
- Nivel de organización de los propietarios o tenedores de équidos.
- Presencia de dependencias de los servicios de salud humana y animal y su funcionamiento.
Con participación de profesionales de los servicios de salud y de sanidad animal de la nación se estableció como áreas de alto riesgo para EEV en Venezuela los siguientes estados: Zulia (58191 équidos), Falcón (25541), Lara (9965), Trujillo (7584), Yaracuy (145969), y Carabobo (18088).
VIGILANCIA EPIDEMIOLOGICA E INMUNIZACIÓN
En la prevención y control de la EEV hay que disponer del diseño y funcionamiento de un sistema de vigilancia epidemiológica, con un componente importante de integración inter-institucional, que dé el soporte de información necesaria para la toma de decisiones del programa y permita detectar oportunamente cualquier actividad viral para prevenir la presentación de epizoodemias.
El sistema debe conocer de la dinámica de las condiciones ambientales, de la biología, ecología e interacciones de huéspedes, reservorios y vectores por su influencia en los ciclos del virus.
Hay que considerar el monitoreo de la actividad viral, poblaciones de huéspedes, poblaciones de vectores y reservorios, infecciones en huéspedes vertebrados, casos en équidos y humanos y del régimen pluviométrico.
Además dentro de los elementos a tener en cuenta, como conjunto, para coadyuvar en el mantenimiento sistemático del estado de alerta, propio del sistema de vigilancia epidemiológica, están: ecología local, seguimiento de los datos meteorológicos, dinámica estacional, trashumancia de huéspedes, formación de lagunas, manejo de los animales y la existencia de équidos realengos o silvestres.
Como parte del seguimiento hay que disponer de los registros actualizados de las vacunaciones llevadas a cabo en los équidos. Estados, Municipios y propiedades vacunadas, su frecuencia y coberturas. Así como las inmunizaciones hechas a animales fuera de las propiedades.
Estos registros indican de la existencia de poblaciones susceptibles, áreas en riesgo y capacidad de presentación de una mayor actividad viral y sus probabilidades de amplificación y propagación.
Como parte de la prevención se indica mantener planes de inmunización y en nuestra Región se utiliza la vacuna TC-83, cepa viva atenuada, para vacunar los équidos como medida preventiva en zonas no epizoóticas de alto riesgo de infección, y las áreas a cubrir son definidas por el servicio oficial de sanidad animal, en consulta con los otros organismos del sector salud. También se aplica en caso de presentarse epizootias para lograr su control y en la atención de los episodios se recomienda la vacunación perifocal de forma inmediata.
Los planes de vacunación masiva se instrumentan cada dos años, durante los meses de cierre de la estación de lluvias, en periodos de unos sesenta días de duración, para buscar una protección poblacional mas homogénea en el tiempo. En los años intermedios la cobertura se orienta a los menores de un año y mayores no vacunados.
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