Existen una serie de enfermedades de fácil transmisión entre humanos y animales, aquí una explicación de las más comunes, los síntomas y la prevención.
SALMONELOSIS: hemos oído hablar mucho de ella, sobre todo en verano, pero apenas sabemos cómo afecta a nuestras mascotas y cómo éstas podrían contagiárnoslas. Pues bien, la Salmonelosis es una enfermedad producida por bacterias del Género Salmonella. Hasta la fecha se han descrito tres especies de esta bacteria y más de 2.500 serotipos, considerándose todos ellos capaces de producir enfermedad en el hombre y los animales.
Todas las especies animales pueden actuar como portador (sin síntomas) y/o sufrir la enfermedad. Si tenemos reptiles y anfibios en casa debemos saber que son portadores habituales de Salmonella en su aparato digestivo, sin que les cause ningún tipo de sintomatología salvo en los casos en que los animales se encuentren inmunodeprimidos. Pero también la pueden sufrir el resto de mascotas.
La infección se transmite por vía fecal-oral, de modo que las personas se pueden infectar por el consumo de agua y alimentos contaminados o por el contacto con los animales o los objetos que use (fómites).
CRIPTOSPORIDIOSIS: enfermedad parasitaria producida por protozoos del género Cryptosporidium. Actualmente existen más de 20 especies, pero la que afecta al ser humano con mayor frecuencia es C. parvum.
Las mascotas con más riesgo de contagiarla son los hurones, en los que no se verán síntomas. También se puede dar en perros, gatos, reptiles y aves. Para prevenirla, lo mejor es prestar atención, cuando nuestras mascotas salgan a la calle, de que no comen nada del suelo, no hurgan en heces y no beben aguas que pudieran estar contaminadas y, como en todos los casos, llevarlas a sus revisiones periódicas con el veterinario.
En el ser humano la infección se puede producir a partir del consumo de agua o alimentos contaminados con el parásito. Con respecto a un contagio por parte de nuestra mascota, el principal riesgo se da cuando, tras la limpieza del animal, no se procede a desinfectar con lejía el baño que usaremos.
PSITACOSIS: enfermedad producida por la bacteria Chlamydophila psittaci que se transmite por vía respiratoria, por inhalación del polvo procedente del material fecal, de las plumas, las descamaciones cutáneas y las secreciones nasales.
Loros, periquitos, cotorras, cacatúas y guacamayos, entre otras aves psitácidas, son las principales afectadas por esta enfermedad. Como en todas las zoonosis, lo más importante es la prevención: es importante realizar una limpieza constante de sus jaulas para evitar que la materia fecal se acumule, se seque y pueda ser transportada por el aire.
Además, las leyes actuales exigen que las aves de la familia de los loros, importadas del extranjero, permanezcan en un estado de cuarentena antes de su venta. Si se adquieren este tipo de animales se tiene que exigir los documentos CITES que acreditan que el animal ha sido criado en cautividad.
DERMATOMICOSIS: enfermedad fúngica, también denominada tiña, causada por la infección con varias especies de hongos dermatofitos –se alimentan de la queratina de la piel–. Los tres géneros de hongos implicados son Microsporum, Epidermophyton y Trichophyton y pueden infectar a un gran número de especies de mamíferos, incluido el hombre.
Principalmente la padecen conejos y roedores, si bien hay que tener cuidado en gatos y perros. La transmisión de la enfermedad se realiza por el contacto directo con las lesiones de un individuo (animal o humano) infectado.
Se manifiesta en forma de lesiones cutáneas redondeadas, generalmente enrojecidas, depiladas, que se descaman y con el borde activo ligeramente elevado. La piel suele estar seca y se descama con facilidad y su síntoma principal es el picor o prurito. La lesión, similar en animales y humanos, no es grave, salvo en animales o personas inmunodeprimidas y que no reciban tratamiento.
Fuente: El Correo