La Federación de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) advierte sobre el riesgo de contaminación de fiebre aftosa al que está expuesto el rebaño nacional por las importaciones de ganando vivo desde PAraguay.
Manuel Cipriano Heredia, presidente del gremio, considera que el Ejecutivo nacional debe pronunciarse sobre el brote de la enfermedad que recientemente se produjo en ese país y que notificó PAraguay ante la Organización Mundial de Salud Animal, y así suspender «de inmediato» las importaciones de ganado.
«Es la segunda vez que se registra un brote de aftosa en corto tiempo en PAraguay y el Gobierno no le ha parado a eso. Debe cortar de inmediato las importaciones de carne y subproductos, y el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai) debe pronunciarse», dijo Heredia.
Aunque la aftosa no tiene riesgos sobre los humanos, sí representa un peligro para el rebaño nacional en vista de que una de las medidas de control sanitario es sacrificar el ganado, lo cual sería fatal para la producción nacional, que ya se encuentra bastante mermada, según explica el presidente de Fedenaga. Además en el país existe sólo un laboratorio que realiza el examen para detectar la enfermedad.
De acuerdo con cifras de comercio de PAraguay, entre enero y noviembre de 2011 se exportaron hacia Venezuela 11.846 toneladas de carne, por un valor de 46.168.511 dólares. El precio promedio por tonelada fue de 4.512,55 dólares.
Heredia destacó que a pesar de que se detectó el brote de aftosa el 18 de septiembre de 2011, ese mismo mes Venezuela importó desde PAraguay 378 toneladas de carne, 54 toneladas en octubre y otras 486 toneladas en noviembre, «obviando la alerta sobre la presencia de la enfermedad».
«Estas importaciones de carne desde PAraguay realizadas a pesar de la detección de fiebre aftosa revelarían la no suspensión de las importaciones cárnicas desde ese país por las autoridades de sanidad agropecuaria del Ministerio de Agricultura y Tierras y el Insai como debieron hacer», dijo.
Fuente: www.eluniversal.com
