La gripe porcina clásica constituye una amenaza para la seguridad alimentaria y una importante barrera para el comercio internacional y el desarrollo ganadero de América Latina y el Caribe, según la FAO, el marco de la Expoferia Porcina 2012.
«La producción porcina en la región es un pilar fundamental para la seguridad alimentaria, y una fuente de ingresos muy importante para los agricultures familiares de pequeña escala» explicó Tito Díaz, Oficial de Desarrollo Pecuario de la FAO.
Los pequeños agricultores y los productores industriales han permitido situar a la región en el tercer lugar de importancia mundial en producción de carne de cerdo, la de mayor consumo a nivel mundial: la región produce 18 millones de toneladas al año (FAOSTAT, 2010).
Por ello, el control y erradicación de la peste porcina clásica es una prioridad para la región. «Debido a las pérdidas que genera por la muertes de animales, las bajas en la producción y los costos asociados a su prevención, control y erradicación, la peste porcina es una amenaza al desarrollo de la industria y a la seguridad alimentaria regional», explicó Díaz.
Para enfrentar este problema, la FAO organizó la reunión del Plan Continental sobre Acciones para la prevención de la PPC en fronteras, el pasado 13 de septiembre en Maracay, Venezuela, en el marco de la Expoferia Porcina 2012.
América del Norte y Centroamérica con excepción de Guatemala, se han declarado libres de PPC. En el Caribe, aún persiste la enfermedad en República Dominacana, Cuba y Haiti. En el Cono Sur se han declarado libres Argentina, Chile y Uruguay y en proceso de erradicación Brasil y Paraguay.
En la región Andina, se han conseguido avances significativos en la lucha contra la enfermedad en Perú y Colombia, que en 2011 consiguió su tercera zona declarada libre de PPC, alcanzando una superficie libre del 48 %, la cual concentra el 70 % de la población porcina del país. Sin embargo, aún hay amplias zonas donde la enfermedad se mantiene en forma endémica en Bolivia, Ecuador y Venezuela, lo que constituye una permanente amenaza para los países libres. La falta de voluntad política y falencias de los servicios veterinarios son algunas de los factores que dificultan su control y erradicación.
Los planes de control y erradicación muchas veces se ven obstaculizados por la baja disponibilidad de vacunas y su pobre cobertura en la población de cerdos, escasa notificación de la enfermedad por una débil vigilancia epidemiológica y fallas en el control de movimiento y el comercio ilegal de cerdos y subproductos tanto dentro como fuera de las fronteras.
En la reunión organizada por la FAO, participó tanto del sector público como privado de Brasil, Colombia, Guyana y Venezuela. La atención se centró en evaluar y fortalecer los procesos de complementariedad entre los gobiernos para prevenir y controlar el ingreso de la PPC y otras enfermedades del cerdo en las fronteras; transparentando sus procesos de exportación e importación de productos pecuarios para proteger la producción animal y la salud del consumidor.
Fuente: Eurocarne