Gabriel Adin: «Hay que mantener vacas sanas en condiciones confortables». El experto explica desde Lugo la experiencia hebrea.
Doctor en Ciencias Agrícolas por la Universidad hebrea de Rehovot, lleva más de diez años desempeñando distintos cargos institucionales dentro de las principales áreas ganaderas de Israel, uno de los países más avanzados del mundo en producción láctea. Gabriel Adin contará sus experiencias en alimentación de vacas de alta producción hoy dentro de las jornadas que la cooperativa Seragro llevará a cabo en la Facultad de Veterinaria de Lugo.
¿Qué conocimiento tiene de la ganadería española y gallega y qué cree que se está haciendo bien y qué mal?
-Visité hace varios años varias ganaderías y cooperativas. En esa época me impresionaron las altas producciones de leche y el alto nivel técnico con todo lo relacionado con la nutrición y el manejo. A mi entender, hay que mejorar el tratamiento y las soluciones con las heces y el medio ambiente en general, como también el uso de algunos sistemas constructivos que, desde mi punto de vista, son cuestionables en determinadas zonas.
-Las granjas israelíes consiguen una media de producción por vaca y año de casi 11.500 litros, muy por encima de los principales países ganaderos del mundo. ¿Cómo se consigue en un país con unas condiciones climáticas tan extremas?
-Cuidando detalles como la genética, el manejo y sobre todo la alimentación. Para llegar a una máxima producción hay que lograr un máximo consumo de materia seca. Para ello hay que ser rigurosos en varios parámetros, pues la producción de leche es una tarea multifactorial. Por ejemplo, hay que mantener vacas sanas en condiciones confortables, temperatura adecuada, acceso adecuado al agua y al alimento…
¿Resulta rentable producir leche en su país?
-Actualmente el precio en Israel está en 45 céntimos por litro con un estándar de grasa del 3,72 % y del 3,32 % en proteína. Este porcentaje puede subir o bajar en función de la calidad donde la media se establece en 300.000 células y 50.000 bacterias por centímetro cúbico de leche. En cuanto a la rentabilidad, sucede igual que en el resto del mundo, solo los productores más eficientes pueden convertir su producción en rentable.
¿Cuáles son los retos de la ganadería israelí?
-La FAO publicó que en el 2050 subirá la demanda de proteína de origen animal en el mundo: 173 % más carne y 158 % más leche y derivados comparado con el 2010. Para llegar a esta meta hay que bajar los niveles de contaminación de desechos y gases de efecto invernadero, ampliar el reciclaje y el uso de subproductos de industria, mejorar la efectividad en el uso de aguas para el crecimiento de forrajes, y la eficiencia alimentaria por unidad de producción. Esto será posible en vacas de alta producción mediante un buen manejo de la alimentación y la mejora genética en este factor teniendo en cuenta el efecto negativo entre el consumo y la digestibilidad.
El sector lácteo mundial registra una gran volatilidad de precios. ¿Qué previsión cree que tendrá a corto y medio plazo?
-En Israel, ni la agricultura ni la ganadería están subvencionadas y los precios de la leche los fija el Gobierno con los productores y la industria. Cada 2 años se hace una encuesta de los costos y se fija una nueva base, y cada 3 meses, el precio básico es actualizado. Creo que en países que no tienen este sistema tendrán que ayudarse más por los subsidios y deberán superar su eficiencia de producción.
Fuente: La voz de Galicia