marzo 29, 2024 04:41

Ya que resulta crítico que los animales enfermos reciban las calorías adecuadas, en caso de que estos pacientes no las consuman de manera voluntaria, es responsabilidad de usted proporcionarles asistencia. Así que lea acerca del por qué, cuándo, qué y cómo de la nutrición enteral.

Valerie J. Parker, DVM, DACVIM y Lisa M. Freeman, DVM, PhD, DACVN

Proporcionar apoyo nutricional a los pacientes es importante debido a que el adecuado consumo calórico y de nutrientes, evita las consecuencias adversas de la mal nutrición y optimiza la mejoría del paciente. Sin embargo, en una clínica con mucho movimiento, es común que los pacientes reciban nutrición subóptima, ya sea debido a órdenes prescritas de manera vaga o ausencia de órdenes de alimentación, anorexia, sedación a partir de medicamentos para el dolor, procedimientos que requieren que el animal no consuman nada por vía oral, u otros factores que impidan el consumo adecuado de calorías.1

El consumo inadecuado de calorías y otros nutrientes puede ser lesivo para un paciente con enfermedad o lesiones subyacentes, y puede impactar de manera negativa el resultado de su restablecimiento. De este modo, nuestros objetivos con este artículo son revisar cómo valorar las necesidades nutricionales de los animales hospitalizados, cómo utilizar esta información para desarrollar un plan de nutrición individualizado y cómo incorporar mejor la nutrición enteral en la clínica.

La nutrición es importante para salir adelante

Cuando un animal no recibe las calorías adecuadas por vía oral para cubrir los requerimientos de energía, se movilizan aminoácidos a partir de la masa corporal magra con la finalidad de compensar la deficiencia de calorías. Esta es la solución rápida del cuerpo al déficit de calorías, pero no es de alguna manera eficiente, ya que las proteínas aportan solo 4 kcal/g en comparación con las 9 kcal/g proporcionadas a partir de la grasa.

Así, en unos cuantos días un animal sano tendrá adaptaciones metabólicas para permitir que se utilice la grasa de manera preferencial como fuente de energía (inanición simple), lo cual permite la preservación de la masa corporal magra. Los animales enfermos o lesionados no son capaces de realizar esta respuesta adaptativa y continúan perdiendo masa muscular magra.

Consecuencias del consumo inadecuado de calorías en animales sanos, comparando con las consecuencias en animales enfermos o lesionados.

No solo son las proteínas una fuente ineficaz de calorías, sino que esta pérdida de masa corporal magra también tiene efectos dañinos en el huésped. Mientras que los carbohidratos pueden almacenarse en una pequeña cantidad como glucógeno en el hígado y que hay una capacidad casi ilimitada para almacenar grasa en el tejido adiposo, el cuerpo no puede almacenar proteínas de manera eficaz. Ya que todas las proteínas del cuerpo son funcionales, la pérdida de la masa corporal magra significa que el animal puede estar perdiendo tejido funcional crítico.

Esta pérdida de masa corporal magra durante enfermedades o lesiones tiene implicaciones clínicas importantes. En personas, la pérdida de masa corporal magra altera la fortaleza, la función inmunitaria y la curación de heridas, y reduce la supervivencia global.3-5 Y en perros y gatos hospitalizados, el menor consumo de energía se relaciona de manera importante con menor supervivencia.6 Así, resulta crítico proporcionar las calorías y proteínas adecuadas, así como otros nutrientes, a los animales enfermos o lesionados.

Valoración Nutricional

La American Animal Hospital Association y la World Small Animal Veterinary Association han desarrollado nuevos lineamientos reforzando la importancia de practicar una valoración nutricional en todo paciente en cada visita7,8 (usted puede encontrarlos en aahanet.org/Library/NutritionalAsmt.aspx y wsava.org/V5.htm, respectivamente).

Un tamizaje nutricional incluye registrar el peso corporal, la calificación de la condición corporal (CCC), calificación de la condición muscular (CCM), antecedentes dietarios completos y enfermedades médicas del paciente, así como medicaciones que está recibiendo. Si existe cualquier factor de riesgo, tal como pérdida de peso, condición corporal delgada, pérdida muscular o enfermedad subyacente, se recomienda una evaluación diagnóstica más a fondo, como pruebas de laboratorio, imágenes diagnósticas y cualquier otra prueba diagnóstica pertinente.

La CCC valora principalmente los depósitos de grasa, mientras que la CCM valora los músculos. Esta última se determina mediante examen visual y palpación sobre huesos temporales, escápula, vértebras torácicas y lumbares, así como huesos pélvicos. Puede describirse como normal o pueden demostrarse diversos grados de atrofia (por ejemplo leve, moderada o notable). La CCC y la CCM tal vez no sean análogas, ya que un animal delgado puede tener una condición muscular normal y un animal con sobrepeso, o aún obeso, puede tener una pérdida importante de músculos. Ya que los animales con enfermedad aguda o crónica pierden músculo (masa corporal magra) de manera preferencial cuando el consumo calórico resulta inadecuado, resulta crítico valorar los depósitos tanto de grasas como de músculo, debido a que esta información puede ayudar a identificar enfermedades crónicas y puede modificar el plan nutricional.

Fuente: vetmedicineespanol.com.mx

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