febrero 12, 2025 1:04 AM

Un “guajiro” citadino entregado a la salud animal
La Asociación Venezolana de la Industria de la Salud Animal (AVISA) abrió sus puertas y prestó sus instalaciones para realizar una entrevista, a quien durante 9 años formó parte de la asociación, primero como representante de Pfizer y posteriormente, como Presidente y director ejecutivo, el Dr. Javier Moreno, conocido dentro del gremio como “el guajiro”, apodo que le otorgaron en su Maracaibo natal, cuando apenas comenzaba a cruzar el octavo grado de secundaria.
La historia de vida de Moreno se inicia el 14 de mayo de 1947, en la capital del Estado Zulia, Maracaibo, “la tierra del sol amada”. Su nacimiento se da en el seno de una gran familia, compuesta por 14 hermanos (10 varones y 4 hembras), él ocupa el puesto del medio, ya que es el séptimo. Moreno expresa con emoción la unidad y el apoyo familiar con el cual ha contado toda su existencia.
Esa familia le dio las bases para constituir la propia que se encuentra formada por 3 hijos: 1 varón y 2 hembras, que le han hecho abuelo seis veces, acontecimientos ante los cuales no puede esconder su emoción, dejando ver que es un abuelo consentidor. Además, expresó que a través de ellos está dejando representación y retomando el contacto maravilloso con los niños.
– ¿Qué representa la familia para usted?
JM: (responde rápidamente, traduciendo con palabras un sentimiento firme y concientemente presente) Un valor incalculable. El hecho de tener familia, le enseña mucho a uno en la vida: a guiarse, a tener vivencias, a tener orientación. La familia es una fuente orientadora.
Al preguntarle sobre su niñez, suspira pero con un suspiro que proviene de la necesidad emocional y no respiratoria, como quien sabe que volver la vista atrás es atravesar en segundos y sobrevolando el camino recorrido; de la infancia recuerda con agrado, los actos culturales de la escuela, en los que siempre participaba, declamando poesías. Hace especial mención, al poema de Andrés Eloy Blanco, “Angelitos Negros”, porque en una oportunidad tuvo que aprendérselo para recitarlo en un evento escolar. Con asombro rememora lo extenso de éste y cómo disfrutó aprendiéndoselo.
Igualmente, recuerda las lecturas de un poemario que tenía su hermana, llamado “Noche Lírica” de Luís Edgardo Ramírez.
En su mente de niño soñaba con ser policía, bombero… pero lo que en realidad lo apasionaba, era la vida militar. Moreno, relata que uno de sus hermanos trabajaba en el “Ministerio de la Defensa”, y le consiguió una beca para cursar el séptimo grado en el “Liceo Militar Gran Mariscal de Ayacucho”. Allí, era conocido como “zamurito” y sus compañeros sabían de su pasión por la poesía y la declamación. Como consecuencia de eso, durante la preparación de un acto cultural de “La Cruz de Mayo”, un brigadier de apellido Aular escribió un poema para el evento y le dijo “Zamurito, vas a recitarlo”, y así fue.
En la actualidad, aún recuerda parte del verso:
«Santísima cruz de Mayo
hoy te vengo a saludar
con este humilde regalo
de mi liceo militar.
Venimos todos cantando
en esta tarde febril
pa´ demostrar el contento
de la vida estudiantil”.
Luego, por problemas “matemáticos” (reprobó la materia) no pudo continuar con la beca. Sin embargo, sus ganas de formar parte del ejército persistían. Por tal motivo, para el cuarto año de bachillerato presenta la prueba para la academia militar y es aprobado para ingresar, hecho que molestó a su hermano soldado, porque deseaba que se dedicase a otra cosa.
Al final, decide estudiar Agronomía pero como la línea mágica de la vida, llamada destino, sabe lo que hace, terminó estudiando Medicina Veterinaria en la Universidad del Zulia, formando parte de la tercera promoción de Médicos Veterinarios de esa universidad.
El amor por la profesión nació durante los años de estudio, es decir, un amor que germinaba a la par que iba conociendo qué era eso de la medicina veterinaria. Hoy en día, afirma sin vestigio de dudas, que volvería a estudiar esa carrera.
Investigación, trabajo y gremio
Moreno ha tenido una vida profesional plena y polifacética. Durante muchos años formó parte de diversos institutos de investigación del país, situación que le brindó la oportunidad de hacer estudios de postgrado en el exterior, específicamente en la Universidad de California, Estados Unidos, y a trabajar como investigador en el “Centro para el Control de Enfermedades” en Atlanta.
Al regresar a Venezuela, lo nombraron jefe de la Sección de Rabia del “Instituto de Investigaciones Veterinarias”, e inmediatamente, comienza a realizar investigaciones para reducir los problemas, en humanos expuestos al virus rábico, generados por las vacunas elaboradas con cerebros de ratón lactante. Esa investigación, dirigida por Moreno, dio como resultado la disminución del esquema tradicional de 14 dosis a 7 dosis más dos refuerzos. La puesta en práctica de este nuevo esquema, ha logrado eliminar prácticamente los problemas neurológicos en los pacientes tratados.
Posteriormente, es contratado por Pfizer, donde labora por 17 años, y es el vehículo que lo pone en contacto con AVISA, porque comienza a acompañar a las reuniones de la asociación, al representante de la empresa. Después, Moreno es nombrado el representante de Pfizer, decisión que le permitió ser parte de la directiva de AVISA durante 9 años, llegando incluso a ocupar la presidencia.
Al finalizar su relación laboral con Pfizer, AVISA le ofrece el cargo de director ejecutivo, trabajo que desempeñó hasta hace menos de tres meses.
Moreno, siente que su principal contribución a AVISA la dio en sus tres años como director ejecutivo. Debido a que, gracias a CADIVI y a la situación con las divisas requeridas, el número de empresas participantes aumentó de 16 a 42. Asimismo, aumentó el interés por los logros de la asociación. Entonces, la principal contribución de Moreno, podría resumirse en: Crecimiento, consolidación y trabajo en equipo, todo con la finalidad de alcanzar metas comunes para el gremio.
En la actualidad, Moreno ha creado una empresa propia, suplidora de productos veterinarios, bautizada “Vet Supply, C.A.”. Decisión que tomó conjuntamente con su familia, que fue y está siendo estimulada por un grupo de amigos cercanos conocedores del tema. En otras palabras, se encuentra emprendiendo una nueva etapa de su vida, con una novedosa faceta profesional porque como él mismo dice: “Nunca es tarde”.
– ¿Qué consejo le daría usted a una persona que esté interesada en crear una empresa en el área de la salud animal venezolana?
JM: Conocer el mercado. Cuándo uno conoce el mercado…¡uno tiene que conocer el terreno dónde va a pelear! Eso es válido para todas las guerras. Conocer al enemigo y conocer al amigo (dice mientras sonríe).
– ¿Pero usted se está preparando para una batalla campal?
JM: Una batalla campal. Si es verdad, parece mentira. El hacer una empresa es conocer bien todo; y las empresas exitosas, lo son porque ellas se han preparado bien. En nuestro caso específico, dentro del campo de la salud animal. Conocer el mercado ha sido clave para tomar la decisión.
Apoyo y prevención
– ¿Cómo evalúa la situación de la salud animal en Venezuela?
JM: La salud animal en el país siempre ha tenido altibajos. En ocasiones se descuidan los programas sanitarios y emergen los problemas en la salud de los rebaños. Las importaciones de carnes refrigeradas, de animales en pie, las regulaciones de precios, etc, también contribuyen eventualmente al desmejoramiento de la producción.… sin embargo, nuestros productores han sido tenaces y siguen consecuentes en el campo venezolano, pero necesitan apoyo. No obstante, hay que insistirles: la salud animal debe orientarse en función de la medicina preventiva.
– Actualmente, ¿cuál considera usted que es el principal problema que enfrenta la salud animal y la industria de la salud animal?
JM: Yo diría la aplicación de planes sanitarios e incentivos a la producción y comercialización. Todos, industria, productores, gobierno, y consumidores debemos contribuir a generar una salud animal de calidad. Educación para una medicina preventiva eficiente, aplicación de adecuados planes sanitarios, incentivos al productor y una orientación efectiva al consumo de proteína animal, son claves para la solución de los problemas del sector.
Cambiando situaciones, pensando futuro
– Si pudiera retroceder el tiempo y cambiar algo de su vida: ¿Qué sería?
JM: Sí, pudiéramos cambiar muchas cosas. Nosotros, un país tan rico y tan pobre. Más que de mi vida pudiéramos cambiar la mentalidad de todos. Pudiéramos cambiar a los políticos, que nos han llevado a tener un Estado pobre con tantas riquezas; rico en recursos y pobre en la forma cómo los manejamos. Yo vuelvo atrás y le doy un vuelco a esto, empezamos de cero y organizamos el país. El país necesita organización porque no se justifica que con tantos recursos que tenemos, el país esté tan mal.
Este ser humano, bautizado popularmente como “guajiro” aunque citadino, lo primero que le pide a Dios es salud para continuar llevando a la realidad la grandeza de sueños que teje, con los fuertes hilos de la imaginación.
Hombre de mirada directa, que de vez en cuándo se desvía para evocar alguna memoria del pasado, de ése que nos carga de experiencias cubiertas de sabiduría y nos encamina hacia el fututo, un futuro que él espera vivir repleto de batallas profesionales en el día y los dulces típicos de Venezuela que tanto disfruta en la cena, a su infante representación: Sus nietos.

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