“Definitivamente, las serpientes deben estar en su estado silvestre. No son mascotas y nosotros debemos velar por mejorar su entorno, que no talen ni quemen su hábitat, así como evitar su cacería”.
Así opina el Dr. Alejandro Arévalo, reconocido médico veterinario del consultorio Aramazonas, ubicado en El Cafetal (0212-987.3523), quien afirma que las culebras se comercializan como mascotas desde hace muchos años en países de Europa y Norteamérica, e incluso “tienen un amplio mercado en Internet según colores y tamaño”.
Arévalo recuerda que esos animales han sido utilizados en brujería, mitificados en la Biblia y manejados como instrumentos, pero recalca que “son tan peligrosos como los tiburones, las arañas y los gatos salvajes”.
Explica que hay un 20% de serpientes venenosas potencialmente mortales en Venezuela. “Otro 20% es semiponzoñosa y un 80% no son venenosas, pero no necesariamente inofensivas”, alerta el veterinario.
Para el especialista, la persona que tenga una serpiente como mascota siempre estará expuesta a, mínimo, una mordedura, ya que son animales no domesticables.
Pese a la advertencia, el Dr. Arévalo T. precisa que en gran parte del mundo hay quienes tienen tragavenados, anacondas y pitones como mascotas.
“Si se crían desde pequeñas y se acostumbran a la manipulación humana, bajarán su instinto”, dice, pero hace énfasis en que no apoya el mercado de serpientes: “Ellas deberían estar en su hábitat, en un terrario por funciones educativas o en cautiverio para el aprendizaje y uso científico, como el de la extracción de suero antiofídico”.
Se niega a brindar consejos a quienes deseen tener una boa en sus casas y prefiere sugerirles a las familias que instruyan a los hijos en función de la protección de las especies y su entorno.
“Si quieren tener una mascota, es mejor inclinarse por un perro, un gato, pájaros como periquitos, un conejo o un hámster”, aseguró.
Fuente: Últimas Noticias