Más y más perros participan en deportes de todo tipo y son comunes las lesiones. Asegúrese que usted conoce qué condiciones buscar y cómo lograr el retorno de estos atletas caninos a la mejor condición.
Cuando pensamos en deportes para perros, por lo general pensamos en greyhounds para carreras y recorrido o señuelo, pruebas de campo para perros de cacería o aún perros de trineo en el Iditarod. Pero, dentro de los más o menos últimos 10 años, otros deportes han ganado popularidad incluyendo las pruebas de agilidad, pelota voladora y pruebas de perros con disco (frisbee), búsqueda y rescate, salto de obstáculos y pruebas de cacería subterránea.
Tan sólo en 2010 se registraron más de 940,000 registros en 2,461 pruebas de agilidad patrocinadas por el American Kennel Club.1 Las asociaciones de pelota voladora se ubican ahora en Norteamérica, Reino Unido, Bélgica, Australia, Sudáfrica, Alemania, Holanda y Finlandia; en los Estados Unidos, la North American Flyball Association tan sólo registró más de 8,000.2
Con varios de estos deportes populares en crecimiento, no hay requerimiento específico de raza o de examen físico por parte de algún veterinario. Una preocupación principal para los veterinarios es que se ha hecho poca investigación para determinar el efecto de estos deportes en los perros.
Con los perros deportistas, igual que con los perros de trabajo, los exámenes preventivos deberán ser también una parte de su entrenamiento, así como la práctica actual de su deporte. En medicina deportiva humana, las recomendaciones son para que los atletas se examinen cada dos años.3 No se han establecido lineamientos específicos para los perros de deportes y trabajo, con respecto a la frecuencia de los exámenes veterinarios, pero los perros de deportes sanos y jóvenes, sin lesiones previas, pueden examinarse tan a menudo como cada seis meses. Durante el examen deberán practicarse exámenes físico general completo, ortopédico y neurológico. En caso de que algún perro se haya lesionado con anterioridad, pero se ha recuperado luego del tratamiento (Figura 1), ya sea por medios quirúrgicos o de rehabilitación, deberán practicarse exámenes cada tres meses en tanto el perro compita en actividades deportivas.
Las lesiones pueden afectar a una variedad de tejidos, incluyendo huesos (fracturas), ligamentos y tendones (desgarros), sistema cardiovascular (deshidratación y choque calórico), piel (laceraciones) y muchas otras. Los tipos de lesiones varían de acuerdo con el deporte en el cual participa el perro (véase el recuadro en la siguiente página). En este artículo, describiré las lesiones comunes en los perros deportivos. Y en el siguiente artículo discutiré cómo evitar tales lesiones.
Lesiones en los cojinetes plantares
En perros deportistas son usuales las laceraciones en las almohadillas plantares y en las uñas. Gran parte de estas lesiones son tratadas por los mismos propietarios, pero las laceraciones en las almohadillas plantares de grosor completo, hasta la dermis, requieren cierre quirúrgico si el perro está por regresar al atletismo.4 El material de sutura deberá ser lo suficientemente largo como para soportar el peso y el patrón de sutura interrumpida es mejor para evitar el desgarro de las suturas.4 Además, debe aplicarse una férula acolchonada para que durante el periodo de cicatrización reduzca el peso sobre la herida de soporte y evite el estrés sobre las suturas.
Las heridas por punción en la parte palmar o plantar de las patas pueden resultar problemáticas, ya que un perro puede desarrollar una tendinitis del flexor digital profundo, un problema que potencialmente puede terminar su carrera. Se recomiendan los antibióticos sistémicos, así como el manejo quirúrgico con desbridamiento y sutura de la lesión.4 Deberán administrarse antibióticos de amplio espectro, en tanto que los resultados de los cultivos de las pruebas de sensibilidad (cultivo obtenido durante el procedimiento de desbridamiento) están pendientes, y entonces el tratamiento deberá fundamentarse tanto en los resultados de cultivos anaerobios y aerobios.
Lesiones en extremidades anteriores
Algunas de las lesiones más comunes en perros deportistas implican al hombro. Esto es aplicable sobre todo en perros de agilidad.5 Los problemas comunes de hombro incluyen tendosinovitis del bíceps braquial, insertopatía del supraespinal, mineralización bursal y contractura del infraespinoso, miopatía del redondo e inestabilidad medial del hombro (luxación del ligamento glenohumeral medial, tendinopatía subcapsular y laxitud de la cápsula articular).
¿Qué lesiones son las más usuales en diversos deportes?
Perros de cacería
En una encuesta que implicó a más de 1,300 perros de cacería y cobradores en Gran Bretaña, se buscó atención veterinaria para 47% de los perros.1 Casi 25% de estos perros se lesionaron durante la temporada de cacería y la mayoría de las lesiones informadas por los propietarios se consideró como menor, con lesiones en las patas y músculo esqueléticas como las más frecuentes.1 Las lesiones menos usuales incluyeron laceraciones, punciones en el tórax, abdomen y cabeza.1 Estas lesiones requieren de un examen cuidadosos por parte del veterinario para buscar penetración en la cavidad corporal, cuerpos extraños e infecciones.1
Desafortunadamente, muchos casos de torceduras y desgarros que resultan en cojera en perros de cacería (y probablemente en otros perros deportistas) no se presentan a un veterinario para diagnóstico y muchos problemas se vuelven condiciones crónicas, que afectan la longevidad de la carrera del paciente.1 Los mismos propietarios tratan las lesiones de las extremidades anteriores implicando el hombro o codo y la cojera en muchos de estos perros se resuelve en unos cuantos días.1 Por lo general, los propietarios de perros de cacería buscan atención veterinaria para cojeras en las extremidades anteriores o posteriores, que no se resuelven en el término de una semana.1 Se desconoce cuántas de estas lesiones resultan en problemas crónicos.
Perros de agilidad
Con frecuencia, los perros de agilidad sufren de lesiones en sus extremidades anteriores –especialmente el hombro- y del 33% de los perros lesionados en deportes de agilidad, 58% de aquellos se lesionan durante la competencia.2 A diferencia de los perros de cacería, los perros de agilidad tienen no tienen que trabajar a nivel de superficie, sino que deben brincar mucho en saltos largos (1.5 metros) y alto sobre obstáculos (más de 0.65 metros), como lo hacen los perros de pelota voladora y en rampas en forma de A (hasta 1.67 metros).3 Para los perros de agilidad, la cantidad del impacto (fuerza vertical máxima) en las extremidades anteriores es de casi 45 newtons/kg de peso corporal cuando aterrizan luego de brincar algún obstáculo, en comparación con casi 25 newtons/kg mientras corren (1 newton = fuerza requerida para acelerar 1 kg de masa 1 m/s2).4 Estos perros siempre aterrizan en la misma extremidad anterior y luego en la otra, aumentando el alto impacto en una extremidad durante la práctica y la competencia, predisponiendo en potencia a lesiones por sobrecarga crónica en la extremidad dominante.4
Perros de pelota voladora
Cuando empieza el entrenamiento en la pelota voladora, los perros correrán hacia la caja y chocarán en ella con sus extremidades anteriores resultando en un mayor estrés a las extremidades anteriores. Una vez entrenados, los perros para pelota voladora regresarán de la caja, pero siempre en la misma dirección. Esto significa que las lesiones por estrés son comunes en los carpos o tarsos al inicio del curso de su carrera como perros de pelota voladora y, posteriormente, las lesiones son similares a aquellas experimentados por los greyhounds, ya que ellos, también, siempre corren en una dirección en los Estados Unidos –en sentido contrario al reloj en un tramo ovalado.5 De este modo, el veterinario deberá valorar estos atletas en cuanto a la laxitud de los tendones y ligamentos, utilizando un goniómetro para determinar el rango de movimiento de la articulación. También es importante valorar el dolor de los huesos largos, ya que se ha informado de fracturas por estrés en perros de cacería y greyhounds.1,6-8
Otras lesiones en las extremidades anteriores de los perros deportistas, que se han descrito en otro momento, incluyen traumatismos en el hombro, lesiones en el codo y lesiones en los carpos. Los traumatismos en el hombro pueden resultar en fracturas, osteoartritis o luxación. Las lesiones en el hombro encontradas en los atletas caninos a menudo incluyen luxación, ruptura del ligamento colateral lateral y medial, proceso coronoide medio fragmentado, traumático o congénito, u osteoartritis de causa desconocida.
Fuente: Vetmedicineespanol