Conseguir comida para las mascotas se ha vuelto cuesta arriba y está afectando su alimentación. La escasez de alimentos alcanzó los anaqueles de supermercados de animales y obligó a los dueños de perros, gatos y de aves a cambiar el contenido de los platos de sus mascotas, en la mayoría de los casos sin conocer las consecuencias que esto le podría traer al animal.
Skarly Ávarez, médico veterinario, destacó la importancia de hacer el cambio de dieta en los animales de manera progresiva y de acuerdo al nivel de tolerancia del animal. “Si el perro o el gato están acostumbrados a comer alimentos concentrados, darle proteínas y carbohidratos podría causarle trastornos gastrointestinales”. Destacó que “una dieta casera debe estar elaborada tomando en cuenta el peso y el estilo de vida del paciente”.
Las dietas caseras son recomendables para pacientes que sufren de dermatitis atópica o de alergias alimentarias, debido a que pocas son las mascotas a las que le resulta beneficioso el suministro de alimento concentrado.
Álvarez recomendó que “la dieta debe ser elaborada por un médico veterinario especialista en nutrición de acuerdo a los requerimientos del paciente, y no según el gusto del propietario de animal”.
Si el animal tiene una alimentación regular con comida casera, “esta debe complementarse cada cierto tiempo con multivitamínicos“, recomendó Álvarez.
La especialista agregó que “los médicos veterinarios nos hemos visto en la necesidad de ampliar nuestros conocimientos en nutrición y elaborar dietas especiales para nuestros pacientes”, debido a la escasez de alimentos para pacientes con requerimientos especiales, como insuficiencia renal, hepática o trastornos gastrointestinales.
Para Henry Linarez, médico veterinario de la clínica Veterinaria Mordisco de La Mercedes, la mascota carnívora más susceptible es el gato. “Hay personas que le dan perranina a los gatos y desconocen que esto puede causarle problemas hepáticos: se le inflama el hígado y produce colangiohepatitis, esto le produce ictericia, como consecuencia de la bilirrubina que se acumula en su cuerpo y podría causarle la muerte”.
Linarez destacó que, en circunstancias menores, al animal podría darle vómito o diarrea. En el caso del gato, tiene que comer gatarina, no perrarina. Si no hay lo primero, “lo único que podrían darle son presas: un animal completo, que tiene cabeza, vísceras, huesos”.
Los perros son un poco más fáciles de manejar en cuanto a la dieta. “Ellos pueden comer carne, arroz, pollo, papa, vegetales, en caso de que no haya perrarina” afirmó Linarez, quien aseguró que la mascota estará bien “siempre que el cambio en la alimentación sea gradual”.
El especialista veterinario John Ortíz detalló que desde mediados de 2015, se ha vuelto “el pan nuestro de cada día” recibir mascotas enfermas en su consultorio. Afirmó que el cambio alimenticio que se hace sin la presencia de un especialista, el animal puede sufrir desde problemas como la diarrea hasta enfermedades más complicadas como deshidratación, heces hemorrágicas, pus con sangre”, entre otras.
Fuente: Efecto Cocuyo